El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha enviado una carta abierta a los líderes de la Unión Europea, instando a una acción inmediata ante la inminente interrupción del tránsito de gas natural a través de Ucrania. Esta situación se produce en un contexto en el que el acuerdo de tránsito entre Rusia y Ucrania está programado para expirar el 31 de diciembre, y Kiev ha rechazado extenderlo, citando el conflicto en curso con Moscú.
En su misiva, publicada en Facebook, Fico acusó a Ucrania de no considerar el impacto que su decisión tendrá en la economía de la UE. El primer ministro eslovaco calificó de “absolutamente irracional y errónea” la aceptación de Bruselas ante esta situación. Según el análisis realizado por el principal proveedor y comercializador de gas de Eslovaquia, SPP, el tránsito de gas a través de Ucrania representa solo el 3,5% del consumo total de la UE. Sin embargo, Fico advierte que cualquier interrupción podría provocar un aumento de precios del gas de aproximadamente el 30%, lo que se traduciría en un costo adicional anual de entre 40 y 50 mil millones de euros para los hogares y la infraestructura europeos.
Impacto en la seguridad energética de la UE
El primer ministro eslovaco subrayó que “es en el interés de todos los ciudadanos de la UE que los esfuerzos europeos para apoyar a Ucrania se lleven a cabo de manera racional, y no en forma de gestos autodestructivos y extremadamente dañinos”. Fico también advirtió que la decisión de Kiev podría dar lugar a “medidas recíprocas”. Además, destacó que Rusia podría fácilmente redirigir el volumen de gas que actualmente transita por Ucrania hacia otros mercados, minimizando así sus pérdidas.
La situación actual requiere una atención urgente por parte de las instituciones y los Estados miembros de la UE para mitigar los riesgos de escasez de suministro. Eslovaquia, como país sin salida al mar, es especialmente vulnerable a las interrupciones en el suministro de gas natural, dependiendo de Rusia para aproximadamente el 85% de su demanda de gas, principalmente a través de los gasoductos que transitan por Ucrania.
Fico ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por la política energética de la UE, abogando por enfoques pragmáticos en materia de seguridad energética. Su postura a menudo ha chocado con la de Bruselas, especialmente en lo que respecta al apoyo militar a Kiev y las sanciones económicas impuestas a Rusia. A pesar de las afirmaciones de los líderes de la Unión Europea sobre la capacidad del bloque para prescindir del gas ruso, la realidad del mercado energético europeo plantea serias dudas sobre esta viabilidad.
Hasta el momento, la Comisión y el Consejo Europeo no han emitido respuestas formales a la carta del líder eslovaco, lo que deja en el aire la postura de la UE ante esta crítica situación.