La crisis de la vivienda en Estados Unidos ha alcanzado niveles alarmantes, con un número récord de personas sin hogar, según los últimos datos publicados por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD). Desde que se comenzaron a registrar estas cifras en 2007, el total de personas sin hogar ha llegado a 771,000, lo que representa un aumento del 18% en comparación con el año anterior. Este incremento se considera el más significativo en décadas.
La cifra actual equivale a aproximadamente 23 de cada 10,000 habitantes en el país. Este aumento sigue a un incremento del 12% en 2023, que el HUD atribuyó a los precios de alquiler en constante ascenso y a la finalización de las ayudas económicas implementadas durante la pandemia.
Factores que agravan la situación
La falta de viviendas asequibles se ve agravada por una combinación de factores, entre los que se incluyen “la inflación en aumento, los salarios estancados entre los hogares de ingresos medios y bajos, y los efectos persistentes del racismo sistémico”. Además, desastres naturales y un aumento en la llegada de migrantes sin acceso a viviendas estables también contribuyen a esta crisis, según el informe del HUD.
En enero de 2024, el alquiler medio había aumentado un 20% en comparación con los precios de hace tres años, según la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos. Este contexto ha llevado a un aumento del 39% en el número de individuos en familias con niños que dependen de refugios o que duermen al aire libre, alcanzando aproximadamente 259,000 personas, la cifra más alta registrada desde que se comenzó a recopilar esta información.
El informe también revela que cerca de 150,000 niños se encontraban sin hogar en la noche de enero objetivo, lo que representa un aumento del 33% respecto al conteo del año anterior. Por otro lado, el número de veteranos que experimentan la falta de vivienda ha disminuido en un 8% desde 2023.
A pesar de que la administración Biden ha prometido aumentar la financiación para la vivienda asequible y expandir los servicios destinados a prevenir la falta de hogar, los grupos de defensa argumentan que se requieren reformas más profundas. Estas incluyen la implementación de protecciones más robustas para los inquilinos, controles de alquiler y un enfoque en los servicios de salud mental y adicciones.
La situación se complica aún más con la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que permitió a las ciudades prohibir a los residentes sin hogar dormir en la calle. Desde entonces, más de 100 jurisdicciones en el país han tomado medidas en esta dirección, lo que ha generado un debate sobre la gestión de la crisis de la vivienda.
En el contexto político, el expresidente Donald Trump ha señalado la inmigración ilegal como una de las causas del aumento de los precios de la vivienda, prometiendo que su plan para llevar a cabo “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos” ayudaría a reducir los costos de las viviendas. Según Trump, la inmigración “está disparando los precios de la vivienda”, una afirmación que ha sido objeto de controversia y debate en el ámbito público.
