Después de dos años y medio desde el colapso del viaducto de O Castro, que interrumpió la conexión vital entre Galicia y Castilla y León, se ha reabierto el tramo faltante de la autovía A-6. La inauguración de esta infraestructura ha contado con la presencia del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente, así como de los presidentes de las comunidades autónomas de Galicia y Castilla y León. Puente ha destacado la importancia de esta nueva construcción, que ha requerido una inversión de 90 millones de euros y que no se trata de un arreglo provisional, sino de una obra completamente nueva.
La relevancia del nuevo viaducto para la conexión regional
El nuevo viaducto, de 595 metros de longitud y orientado hacia A Coruña, se ha inaugurado un año después de la apertura del primer viaducto. Debido a las exigencias del terreno, se han empleado cimentaciones especiales, como micropilotes y pilotes de gran tamaño, lo que refleja la complejidad de la obra. Además, el diseño del viaducto está adaptado para soportar el tráfico pesado, y la autovía ahora dispone de cinco carriles, mejorando así la fluidez del tránsito y la seguridad en la ruta.
Durante el evento, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, ha instado al ministro Puente a avanzar en la redacción del Plan Director del Corredor Atlántico en la comunidad. Mañueco enfatizó la necesidad de culminar las infraestructuras inacabadas y subrayó que el nuevo viaducto es vital para la vertebración del cuadrante noroeste de España. El presidente autonómico ha señalado que se discutirá este asunto en una reunión futura con el ministro, donde también se abordarán otras necesidades de infraestructura, como la mejora de conexiones ferroviarias y la aceleración del estudio de viabilidad del nudo ferroviario del Manzanal.