El pasado domingo, un vuelo de Jeju Air, un Boeing 737-800, se vio involucrado en un trágico accidente en el aeropuerto internacional de Muan, al suroeste de Seúl, que resultó en la muerte de 179 personas. El avión, que transportaba a 181 pasajeros, realizó un aterrizaje de emergencia, deslizándose fuera de la pista y colisionando contra un muro, lo que provocó una explosión. Solo dos miembros de la tripulación lograron sobrevivir y están siendo tratados por sus heridas.
Las primeras investigaciones apuntan a un posible fallo en el sistema de tren de aterrizaje como causa del siniestro. En respuesta a este desastre, el Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte de Corea del Sur ha anunciado una inspección especial de todos los aviones Boeing 737-800 que operan las aerolíneas del país. Este modelo es ampliamente utilizado por las aerolíneas de bajo coste en Corea del Sur, siendo Jeju Air la que cuenta con un mayor número en su flota, con 39 unidades, seguida de T’way Air, Jin Air, Eastar Jet, Air Incheon y Korean Air.
Medidas de seguridad y reacciones oficiales
La situación ha llevado a la actuación del presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, quien ha ordenado una revisión de emergencia de todo el sistema operativo de las aerolíneas del país para evitar futuros accidentes. Choi ha enfatizado la importancia de la transparencia en el proceso de investigación y ha instado a las autoridades a informar de manera rápida y clara a las familias de las víctimas.
En un giro inesperado, se informó que otro Boeing 737-800 de Jeju Air tuvo que regresar a un aeropuerto surcoreano poco después de despegar debido a un problema similar en el tren de aterrizaje. Este incidente ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de estos aviones, especialmente en un contexto donde se ha especulado sobre la posibilidad de que el accidente inicial haya sido causado por una colisión con una bandada de aves, una teoría que ha sido cuestionada por expertos en aviación.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta investigación, dado que la seguridad aérea es un tema de vital importancia. Las autoridades surcoreanas se enfrentan al reto de restaurar la confianza pública en el transporte aéreo, especialmente en un momento en que el turismo y los viajes internacionales están en aumento tras la pandemia.