Elon Musk, el conocido empresario y magnate tecnológico, ha generado una fuerte controversia en Alemania tras sus recientes declaraciones en apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). La portavoz del gobierno alemán, Christiane Hoffmann, ha acusado a Musk de intentar influir en las elecciones federales del país, programadas para el 23 de febrero de 2024.
La polémica comenzó cuando Musk publicó en su cuenta de X que “solo la AfD puede salvar a Alemania”. Esta afirmación fue seguida por un artículo de opinión en el diario alemán Welt am Sonntag, en el que defendía al partido frente a las acusaciones de extremismo y elogiaba sus políticas económicas. Hoffmann declaró que, aunque la libertad de expresión permite expresar cualquier opinión, esto no exime a las personas de las consecuencias de sus palabras.
Reacciones de la clase política alemana
La AfD ha sido clasificada como una organización “sospechosa” de extremismo por el servicio de inteligencia doméstico de Alemania, debido a su postura antiinmigración y su crítica al establecimiento político. Actualmente, el partido se encuentra en segundo lugar en las encuestas, detrás de la coalición conservadora CDU/CSU, aunque sigue siendo rechazado por los principales partidos, que han descartado formar coaliciones con él.
En su artículo, Musk rechazó las críticas hacia la AfD, afirmando que su caracterización como un partido de extrema derecha es “claramente falsa”. En su opinión, “los partidos tradicionales han fracasado en Alemania”, y sus políticas han conducido a la “estancamiento económico, disturbios sociales y erosión de la identidad nacional”. Musk sostiene que, a pesar de ser etiquetada como extrema derecha, la AfD representa un “realismo político” que resuena con muchos alemanes que sienten que sus preocupaciones son ignoradas por el establecimiento.
Las reacciones de los líderes políticos alemanes no se hicieron esperar. Friedrich Merz, candidato principal de la CDU/CSU y posible futuro canciller, calificó la intervención de Musk como “intrusiva y presuntuosa”, señalando que no recordaba un caso similar de interferencia en una campaña electoral de un país amigo. Por su parte, Lars Klingbeil, co-líder del Partido Socialdemócrata (SPD), comparó a Musk con el presidente ruso Vladimir Putin, sugiriendo que ambos intentan debilitar a Alemania al apoyar a la AfD.
La situación política en Alemania es tensa, especialmente tras la reciente caída de la coalición liderada por el canciller Olaf Scholz, que se desmoronó en noviembre debido a disputas internas sobre prioridades de gasto. El 16 de diciembre, Scholz perdió una votación de confianza en el Bundestag, lo que marcó el final de su mandato al frente de un gobierno minoritario. Las elecciones anticipadas están programadas para el 23 de febrero.
Desde su fundación en 2013, la AfD ha ido ganando popularidad. Según una encuesta reciente realizada por el instituto de sondeos INSA para el diario Bild, la co-líder del partido, Alice Weidel, se encuentra al frente en la carrera para convertirse en la próxima canciller, y se espera que sea confirmada como la candidata del partido en una conferencia programada para el próximo mes.
