Dani Olmo, el mediocampista del FC Barcelona, ha sido desincorporado de la lista oficial de jugadores inscritos en La Liga desde el 1 de enero. Esta decisión se enmarca en un contexto de tensiones administrativas que han afectado al club catalán, especialmente después de que la patronal de clubes, presidida por Javier Tebas, decidiera retirar su nombre junto al de Pau Víctor. Esta situación se produce en un momento crucial para el Barça, que se enfrenta a un mes de enero decisivo en la competición.
La decisión de La Liga llega tras una serie de eventos desafortunados para el Barcelona, que culminaron en una Nochevieja caótica. En esa fecha, el club no presentó alternativas viables para inscribir a nuevos jugadores, lo que generó un escándalo que tiene repercusiones tanto deportivas como económicas. El fichaje de Olmo, considerado una de las estrellas del verano, podría resultar en una pérdida significativa, ya que el club debería asumir los 48 millones de euros pagados al RB Leipzig por su traspaso. Esta situación también ha erosionado la reputación del club y, en particular, la del presidente Joan Laporta, quien ha manejado personalmente este asunto sin la ayuda de un CEO o un vicepresidente económico desde la marcha de Ferran Reverter en 2022.
El Barça todavía alberga esperanzas de resolver esta crisis en las próximas horas. Olmo, por su parte, ha expresado su compromiso con el club a través de sus redes sociales. Sin embargo, la situación se complica, ya que el último movimiento del club, que consistió en solicitar una nueva licencia a la Federación Española de Fútbol, no garantiza la inscripción de los jugadores. El presidente Laporta, tras perder dos batallas judiciales en un corto período, se encuentra en una posición cada vez más complicada, ya que las autoridades federativas, lideradas por Rafael Louzán, parecen reacias a desafiar a La Liga, especialmente tras la reciente integración de Tebas en la junta directiva de la Federación.