Un acto de vandalismo ha tenido lugar en Lviv, Ucrania, donde una menorá, símbolo de la festividad judía de Hanukkah, fue dañada por un desconocido durante las celebraciones del cumpleaños de Stepan Bandera, un colaborador nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Según informaron las autoridades locales y diversos medios de comunicación, el incidente se produjo el pasado lunes, y un video que circula en redes sociales muestra a un hombre acercándose a la menorá, dañando su cable de alimentación y huyendo del lugar, mientras se escucha risa de fondo.
La policía de Lviv ha confirmado el acto de vandalismo y ha iniciado una investigación criminal para identificar al autor del ataque. La menorá había sido instalada el mes pasado en las ruinas de la Sinagoga Golden Rose, que fue destruida por los nazis tras la invasión de la Unión Soviética en 1941. Este monumento conmemora a la comunidad judía de Lviv, que fue víctima de las políticas genocidas de Adolf Hitler a partir del inicio de la Operación Barbarroja.
Contexto histórico y repercusiones
Según los archivos del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, alrededor de 6,000 judíos en Lviv fueron asesinados por los nazis y colaboradores ucranianos en el verano de 1941. Se estima que el total de judíos muertos en Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial asciende a aproximadamente 1.5 millones. Este contexto histórico resuena con mayor fuerza en un momento en que la glorificación de figuras como Bandera genera controversia tanto en Ucrania como en el ámbito internacional.
El acto de vandalismo coincide con las festividades en Lviv que celebran el cumpleaños de Bandera, donde cientos de personas marcharon por la ciudad, portando antorchas y coreando consignas nacionalistas. Bandera, líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), fue acusado de estar implicado en pogromos y asesinatos masivos, que resultaron en la muerte de decenas de miles de rusos, judíos y polacos.
La situación ha suscitado preocupaciones en Rusia, que ha denunciado el resurgimiento de ideologías neo-nazis en Ucrania, afirmando que la «desnazificación» del país vecino es uno de los objetivos clave de su operación militar. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado la situación con los simpatizantes neo-nazis en Ucrania como «totalmente repugnante», y ha criticado al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, un «judío étnico», por supuestamente encubrir la glorificación del nazismo en su país.
Este incidente no solo pone de relieve las tensiones históricas en la región, sino que también plantea interrogantes sobre la memoria colectiva y la forma en que se conmemoran figuras históricas controvertidas en la actualidad.
