El año 2025 se perfila como un período lleno de ambiciosas exploraciones espaciales, desde expediciones robóticas a la luna hasta el lanzamiento de un nuevo observatorio en el espacio y un encuentro con un asteroide. La NASA y las empresas espaciales comerciales de Estados Unidos no son las únicas que estarán ocupadas; el calendario de lanzamientos programados también incluye hitos potenciales para China, Japón e India.
Nuevas misiones lunares
La atención se centrará nuevamente en la luna en 2025. A finales de este mes, un cohete de SpaceX lanzará dos nuevas misiones hacia la superficie lunar. Una de ellas es un módulo de aterrizaje conocido como Blue Ghost, desarrollado por la empresa texana Firefly Aerospace, que planea pasar aproximadamente dos semanas recopilando datos científicos en la luna. La segunda misión consiste en un módulo lunar japonés de construcción privada que transporta un pequeño rover.
Blue Ghost intentará aterrizar en una región del satélite conocida como Mare Crisium, considerada el sitio de un antiguo impacto de asteroide. Esta misión forma parte de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Lunar de la NASA, que ha otorgado contratos a tres empresas privadas, incluida Firefly Aerospace, para entregar experimentos científicos y tecnología a la superficie lunar. Este programa es un componente del ambicioso programa Artemis de la NASA, que busca eventualmente volver a enviar humanos a la luna.
Los módulos Resilience y el micro rover Tenacious, desarrollados por la empresa japonesa ispace, también se lanzarán en el mismo cohete, aunque seguirán una trayectoria más larga y menos intensiva energéticamente, con un aterrizaje previsto en la luna unos cuatro o cinco meses después del lanzamiento. El lugar objetivo de aterrizaje es una región en el extremo norte lunar llamada Mare Frigoris.
Una tercera misión lunar podría sumarse a este calendario, proveniente de la empresa Intuitive Machines, que se convirtió en la primera en aterrizar una nave privada en la luna el año pasado. Esta compañía planea enviar su nuevo módulo lunar al polo sur de la luna en las próximas semanas, en una misión que incluye un taladro para extraer suelo lunar y un robot que saltará hacia un cráter cercano para tomar imágenes y realizar experimentos científicos.
En febrero, la NASA tiene programado lanzar su misión SPHEREx, un observatorio espacial diseñado para mapear todo el cielo en luz óptica y cercana al infrarrojo. Este satélite observará más de 100 millones de estrellas en la Vía Láctea y recolectará datos de más de 450 millones de otras galaxias. La misión de dos años buscará signos de vida, como agua y moléculas orgánicas, y proporcionará información sobre cómo se formaron las galaxias y cómo se originó el universo.
Además, dos astronautas de la NASA que han estado en la Estación Espacial Internacional desde junio, debido a problemas en su nave Boeing, se espera que regresen a casa en marzo. Estos astronautas, Suni Williams y Butch Wilmore, habrán pasado más de nueve meses en el espacio antes de regresar a la Tierra en una cápsula de SpaceX.
Por su parte, India está dando pasos significativos en su programa de vuelos espaciales tripulados. El astronauta Shubhanshu Shukla, de la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO), está programado para viajar a la Estación Espacial Internacional en una misión comercial operada por la startup Axiom Space, que incluirá también a miembros del gobierno de Polonia y Hungría. Mientras tanto, India trabaja en el desarrollo de su propia nave tripulada, que espera lanzar por primera vez en 2026.
Finalmente, se prevé que un nuevo y pionero espacio comercial, Haven-1, sea lanzado por la startup californiana Vast en agosto de este año. Esta estación espacial privada podrá albergar a cuatro astronautas en misiones de hasta 30 días y, aunque inicialmente funcionará como un puesto independiente, se conectará en el futuro a un módulo más grande en desarrollo.
China, por su parte, planea lanzar en primavera su primera misión para recoger muestras de un asteroide, el Tianwen-2, que se dirigirá hacia el asteroide cercano a la Tierra Kamo’oalewa. Esta misión no solo busca recolectar fragmentos del asteroide, sino que también enviará una cápsula con las muestras de regreso a la Tierra en 2026, antes de continuar su viaje hacia un cometa conocido como 311P/PANSTARRS, con una llegada prevista en la década de 2030.