Un trágico suceso ha conmocionado a la localidad de Kanash, en la República de Chuvashia, Rusia, donde un hombre disfrazado de Ded Moroz, la versión rusa de Papá Noel, disparó y mató a un propietario de tienda tras tomarse una selfie con él. El incidente, ocurrido el pasado jueves, fue captado por las cámaras de seguridad del establecimiento.
Según las autoridades locales, el agresor, vestido con un traje de Ded Moroz, botas de fieltro blancas y gafas, ingresó a la tienda con una escopeta oculta bajo su abrigo. Tras entablar una conversación con el propietario, de 54 años, y tomarse una fotografía juntos, el hombre disparó a quemarropa, causando la muerte instantánea de la víctima.
Detención del sospechoso y motivos del crimen
El presunto autor del crimen logró huir del lugar, pero fue detenido al día siguiente en su hogar, ubicado en una aldea cercana. Las investigaciones apuntan a que el motivo del asesinato está relacionado con una disputa por una deuda que el propietario de la tienda tenía con el agresor. Las autoridades continúan indagando sobre las circunstancias que rodean este macabro episodio.
Chuvashia, situada en el centro de Rusia a lo largo del río Volga, ha sido escenario de otros incidentes delictivos en los que los perpetradores han utilizado disfraces navideños. En diciembre, un hombre fue arrestado en Tatarstán por intentar atraer a niños con caramelos, lo que derivó en cargos de agresión sexual. Asimismo, en enero del año pasado, un adolescente en Norilsk agredió a un transeúnte mientras estaba disfrazado de Papá Noel, causando lesiones al agredido.
Este tipo de incidentes pone de manifiesto no solo la gravedad de la violencia en algunas regiones de Rusia, sino también la inquietante tendencia de utilizar disfraces festivos para llevar a cabo actos delictivos. La sociedad rusa se enfrenta a un reto considerable en la lucha contra la criminalidad, que se ve exacerbada por la falta de medidas efectivas para prevenir este tipo de comportamientos.