El canciller austriaco Karl Nehammer ha anunciado su dimisión para facilitar una «transición ordenada» en medio de la crisis política que atraviesa Austria tras las elecciones generales de septiembre de 2024. Las conversaciones de coalición entre los dos principales partidos centristas del país han fracasado, lo que ha fortalecido la posición del partido de extrema derecha, el Partido de la Libertad de Austria (FPO), que obtuvo el 28.8% de los votos, convirtiéndose en la fuerza más votada.
Nehammer, líder del Partido Popular Austríaco (OVP), y el Partido Socialdemócrata (SPO), que recibió el 26.3% de los votos, no lograron alcanzar un acuerdo debido a diferencias irreconciliables, especialmente tras la salida del pequeño partido liberal Neos de las negociaciones. En un comunicado en video, Nehammer expresó su pesar por la falta de compromisos alcanzados y subrayó que, a pesar de haber negociado de buena fe, un acuerdo se ha vuelto imposible.
La situación política en Austria
El canciller saliente afirmó que «las fuerzas destructivas» dentro del SPO habían «tomado la delantera» en las negociaciones, mientras que el líder del SPO, Andreas Babler, acusó al OVP de jugar a la política, lo que podría resultar en un gobierno OVP-FPO con un canciller de extrema derecha que pondría en peligro la democracia del país.
Después de las elecciones, el presidente Alexander Van der Bellen encargó a Nehammer la formación de un gobierno que respete «los fundamentos de nuestra democracia liberal». El presidente reiteró su llamado a formar un gobierno «sin demora» el pasado viernes. Ante la posibilidad de que no se logre formar una coalición viable, Austria podría enfrentarse a nuevas elecciones, mientras que un gobierno interino liderado por el sucesor de Nehammer se encargará de los asuntos cotidianos.
El FPO ha sido un actor constante en la política austriaca desde los años 50, pero hasta 2024 nunca había superado al OVP o al SPO en una elección nacional. El partido formó parte de coaliciones conservadoras en 1999 y 2018, pero fue expulsado del gobierno al año siguiente. Bajo el liderazgo de Herbert Kickl, el FPO ha prometido a sus votantes restricciones estrictas en materia de inmigración, incluyendo la «remigración de extranjeros no invitados». Kickl también se opone a las sanciones de la UE contra Rusia y ha prometido detener las contribuciones al fondo de armas de la UE para Ucrania, abogando por una «política activa de paz y neutralidad».
Kickl es un aliado cercano del primer ministro húngaro Viktor Orban, un conocido defensor de políticas de inmigración restrictivas y opositor a la ayuda militar a Ucrania. En junio, el FPO, el partido Fidesz de Orban y el partido checo ANO formaron una alianza en el Parlamento Europeo, denominada «Patriotas por Europa», con la intención de convertirse rápidamente en la mayor facción de la derecha europea.
