Israel ante un nuevo desafío: ¿victoria o autodestrucción en su ofensiva en Gaza?

In Internacional
enero 05, 2025

Israel se encuentra en una encrucijada histórica tras el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, que ha sacudido los cimientos del país y ha desafiado la percepción de invulnerabilidad que había mantenido desde su creación en 1948. Este ataque no solo ha alterado la situación interna de Israel, sino que también ha tenido repercusiones significativas en la política estadounidense en Oriente Medio y en la dinámica regional en general.

Antes del conflicto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, junto con el presidente estadounidense, Joe Biden, había manifestado su intención de reconfigurar la región, buscando un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita. Sin embargo, la ofensiva de Hamas ha desbaratado estos planes, dejando a Israel en un estado de desorden y cuestionando la viabilidad de sus estrategias a largo plazo.

La respuesta israelí y sus implicaciones

En respuesta al ataque, Israel ha emprendido una campaña militar en Gaza con el objetivo declarado de eliminar a Hamas y restablecer su control en la región. Sin embargo, esta estrategia ha sido criticada por su falta de consideración hacia la vida civil y por la creciente percepción de que Israel se está convirtiendo en un estado fuera de la ley a los ojos de la comunidad internacional. A pesar de los esfuerzos por presentar una imagen de fuerza, la realidad es que la economía israelí ha sufrido un duro golpe y la sociedad está profundamente dividida.

La situación en Gaza, donde las fuerzas israelíes han llevado a cabo ataques devastadores, ha generado un gran número de víctimas civiles y ha suscitado condenas a nivel global. Mientras tanto, el liderazgo israelí se enfrenta a la presión interna de cumplir con sus objetivos de guerra, que incluyen la recuperación de ciudadanos israelíes secuestrados y la eliminación de la amenaza que representa Hamas.

En el contexto regional, la respuesta de Irán y sus aliados ha sido cautelosa, aunque no exenta de acciones. La estrategia de resistencia de Irán, que incluye el apoyo a grupos como Hezbollah, ha llevado a un aumento de las tensiones en la frontera norte de Israel. A pesar de estos desafíos, Israel ha continuado con su ofensiva, creyendo que puede desmantelar las capacidades de sus adversarios uno a uno.

Sin embargo, la situación es volátil. La posibilidad de un estallido de violencia en otras áreas, como Jordania o el propio territorio palestino, sigue latente. La falta de un enfoque diplomático claro y la insistencia en una solución militar podrían llevar a Israel a un callejón sin salida, donde las victorias obtenidas se conviertan en triunfos pírricos.

La búsqueda de una «nueva Oriente Medio» por parte de Netanyahu, que se había presentado como un objetivo estratégico, se enfrenta ahora a una realidad compleja y desafiante. La expansión territorial y la reconfiguración del mapa político de la región, lejos de estabilizar la situación, podrían desencadenar un ciclo de violencia aún más destructivo.

La historia reciente sugiere que la violencia y la represión no son soluciones sostenibles. A medida que la comunidad internacional observa, la presión sobre Israel para que busque un enfoque más equilibrado y humano en su política hacia los palestinos se intensifica. Sin un cambio en la estrategia, el futuro de Israel y su papel en la región podrían verse comprometidos de manera irreversible.

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