El primer ministro británico, Keir Starmer, tiene previsto realizar un viaje a Estados Unidos a finales de enero o principios de febrero, según ha informado el diario The Times. Este viaje se producirá unas semanas después de la toma de posesión de Donald Trump como presidente, el 20 de enero.
Durante su visita a la Casa Blanca, Starmer intentará convencer a Trump de la importancia de mantener el apoyo de Washington a Ucrania en su conflicto con Rusia. A pesar de que el presidente electo ha manifestado su intención de buscar una solución diplomática al conflicto, Starmer tiene la intención de instarle a continuar enviando armamento a Kiev.
Trump, durante su campaña, afirmó que podría poner fin a la guerra en un día si regresaba a la Casa Blanca y criticó la gestión del presidente Joe Biden por considerar que se estaba gastando demasiado en armamento para Ucrania. Algunos informes sugieren que Trump podría utilizar la ayuda estadounidense a Ucrania como una herramienta de presión para forzar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a entrar en negociaciones de paz.
Reacciones y tensiones diplomáticas
Las autoridades rusas han expresado su disposición a dialogar con Trump sobre la resolución del conflicto en Ucrania, aunque han dejado claro que cualquier negociación debe reconocer la realidad sobre el terreno. Moscú ha condenado repetidamente el apoyo militar que Ucrania recibe de Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones occidentales, argumentando que esta asistencia solo prolonga el conflicto y aumenta el riesgo de una confrontación directa entre Rusia y la OTAN.
En un contexto de creciente tensión, la campaña de Trump acusó al Partido Laborista de Starmer de «interferencia extranjera» en las elecciones estadounidenses, en respuesta a informes sobre activistas laboristas británicos que apoyaban a la candidata demócrata Kamala Harris. Además, Trump ha criticado al Reino Unido por su impuesto sobre las ganancias extraordinarias de los productores de petróleo del Mar del Norte, sugiriendo que esta medida podría llevar a algunas empresas estadounidenses a reconsiderar sus operaciones en la región.
Por otro lado, el CEO de SpaceX y Tesla, Elon Musk, quien ha emergido como un aliado cercano de Trump, ha instado a la celebración de elecciones anticipadas en el Reino Unido, acusando a Starmer de ser «cómplice en la violación de Gran Bretaña» durante su mandato al frente del Servicio de Fiscalización de la Corona. Musk también ha señalado la notable caída en el apoyo al gobierno laborista, con solo un 12% de aprobación según la última encuesta de YouGov.
