La empresa estatal rusa Rosatom ha anunciado su intención de demandar a la compañía alemana Siemens por el incumplimiento en la entrega de equipos prepagados destinados a la construcción de la planta de energía nuclear Akkuyu, ubicada en Turquía. Así lo ha declarado el CEO de Rosatom, Aleksey Likhachev, en una entrevista emitida por el canal de televisión Rusia 24.
Según Likhachev, la falta de entrega de este equipo ha obligado a la empresa a buscar proveedores alternativos para evitar mayores retrasos en la construcción. «Obviamente, habrá demandas. El equipo prepagado no fue entregado. Esto nos ha traído costos adicionales, tanto por la compra específica de equipos como por la necesidad de ajustar el tiempo de instalación de estos», afirmó el CEO.
El proyecto Akkuyu y sus implicaciones
La planta nuclear Akkuyu, situada en la provincia de Mersin, será la primera de su tipo en Turquía. Este proyecto se basa en un acuerdo firmado en 2010 entre Rusia y Turquía, y su primer reactor estaba previsto para entrar en funcionamiento en 2023. Sin embargo, los retrasos han llevado a que la fecha de puesta en marcha se posponga hasta el próximo año, según Likhachev.
A pesar de que Rosatom no ha fijado una fecha específica para la entrada en operación del primer reactor, se espera que los cuatro reactores de la planta, cada uno con una capacidad de producción de 1,200 megavatios, estén operativos para 2028. Una vez en funcionamiento, se estima que la instalación, valorada en 20,000 millones de dólares, cubrirá el 10% de las necesidades eléctricas de Turquía, según ha declarado el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Alparslan Bayraktar.
En julio, Likhachev reconoció que las sanciones occidentales han presentado desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a las transacciones financieras y la adquisición de equipos. En septiembre, el ministro de Energía de Turquía abordó la situación, indicando que la falta de entrega por parte de Siemens ha causado retrasos en el proyecto.
Bayraktar también mencionó que Turquía ha presentado una queja sobre este asunto «a nivel más alto», insistiendo en que la empresa alemana debería «pagar un precio» por su comportamiento. Turquía, que se opone a las sanciones impuestas por Europa y Estados Unidos a Rusia debido al conflicto en Ucrania, mantiene relaciones cercanas tanto con Moscú como con Kiev.
Para mitigar el impacto de estos retrasos, Rosatom ha conseguido asegurar equipos alternativos de fabricantes chinos. Un portavoz de Siemens confirmó en septiembre que algunos componentes no fueron entregados a Turquía debido a las regulaciones de exportación alemanas.
A pesar de estos desafíos, Likhachev subrayó que la construcción avanza según lo previsto, y destacó que proyectos similares en Bangladesh y Egipto están progresando dentro de los plazos establecidos.