El canciller alemán, Olaf Scholz, ha desmentido las afirmaciones sobre una posible reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, calificándolas de “falsas”. La especulación se originó a raíz de un mensaje publicado en redes sociales por el diputado alemán Roderich Kiesewetter, quien insinuó que Scholz podría visitar Moscú antes del 23 de febrero.
Durante una reunión de liderazgo de su partido, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), celebrada el domingo en Berlín, Scholz criticó duramente a Kiesewetter por difundir lo que consideró rumores “sin fundamento” y “profundamente inapropiados”. El canciller hizo hincapié en que no hay planes para tal viaje, afirmando que “no tendría sentido en absoluto”.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, también se pronunció sobre las afirmaciones de Kiesewetter, describiéndolas como “difamatorias”, “totalmente fabricadas” y “maliciosas”. Además, se ha indicado que el gobierno alemán está considerando acciones legales en respuesta a estas declaraciones.
Reacciones y contexto político
La controversia ha llevado al secretario general del SPD, Matthias Miersch, a exigir que Kiesewetter elimine su publicación y se disculpe. Miersch argumentó que el tuit del diputado viola el Acuerdo de Equidad, un pacto firmado por los principales partidos alemanes, incluyendo el SPD, CDU, Verdes y FDP, en diciembre pasado para asegurar una campaña electoral justa.
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitry Peskov también ha rechazado las afirmaciones sobre un encuentro entre Putin y líderes alemanes o estadounidenses, afirmando que “no hay tales planes en este momento”.
La última reunión en persona entre Scholz y Putin tuvo lugar el 15 de febrero de 2022, pocos días antes de que se intensificara el conflicto en Ucrania. Desde entonces, la comunicación más reciente entre ambos se realizó por teléfono el 15 de noviembre de 2022, a iniciativa de Scholz.
En los últimos meses, ha aumentado la especulación sobre posibles resoluciones al conflicto entre Rusia y Ucrania, incluyendo la posibilidad de un alto el fuego o un conflicto congelado. Estas discusiones han cobrado impulso tras la elección de Donald Trump, quien ha manifestado su intención de poner fin a la guerra de manera rápida.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha expresado que la fortaleza y la imprevisibilidad de Trump podrían ser beneficiosas, mostrando su esperanza de que el presidente electo de EE. UU. adopte un enfoque más directo hacia Rusia.
Moscú, por su parte, ha reiterado su disposición a negociar y ha manifestado que un acuerdo diplomático solo sería posible si Kiev cesa las operaciones militares, retira sus fuerzas de los territorios rusos, garantiza los derechos de los residentes de habla rusa y adopta un estatus neutral y no nuclear.
