El senador Lindsey Graham, destacado miembro del Partido Republicano y presidente del Comité de Presupuesto del Senado de EE. UU., ha manifestado la necesidad urgente de reforzar la frontera con México y llevar a cabo deportaciones masivas en nombre de la seguridad nacional. En una reciente entrevista con Fox News, Graham expresó su preocupación por la falta de acción en este ámbito, advirtiendo que la inacción podría derivar en un «verdadero desastre» para la seguridad del país.
Graham subrayó que la administración de Donald Trump se comprometió a deportar a millones de inmigrantes indocumentados y que es esencial cumplir con esa promesa. «¿Por qué estamos hablando de deportaciones masivas? Porque hemos tenido una inmigración ilegal masiva», afirmó el senador. Sin embargo, también reconoció que la construcción de un muro fronterizo y el aumento de la vigilancia migratoria podría costar alrededor de 100 mil millones de dólares, una cifra que considera poco probable que los demócratas estén dispuestos a financiar.
Prioridades del Partido Republicano
Graham insistió en que es fundamental priorizar la seguridad fronteriza en el contexto de las negociaciones presupuestarias actuales. «El retraso equivale a peligro», advirtió, instando a sus colegas a no poner en riesgo la seguridad nacional por cuestiones fiscales. En este sentido, también se mostró a favor de aumentar el gasto militar, sugiriendo que la seguridad fronteriza no debe ser utilizada como un «rehén» en las discusiones sobre la política fiscal.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también republicano, ha delineado las prioridades de su partido, que incluyen «desmantelar el estado profundo», así como recortes de impuestos y regulaciones para impulsar la manufactura en EE. UU. Johnson destacó que la seguridad fronteriza, los recortes fiscales y la desregulación son elementos clave de la agenda de la nueva administración.
A pesar de que Trump ganó las elecciones presidenciales de 2024, su partido se enfrenta a una mayoría reducida en ambas cámaras del Congreso. Actualmente, los republicanos están trabajando en un proyecto de ley de financiación que se tramitará mediante un proceso de reconciliación, lo que les permitirá aprobarlo sin necesidad de votos demócratas.