Los precios de las materias primas a nivel global están enfrentando un pronóstico de caída para 2025, en medio de un panorama económico mundial que se caracteriza por su debilidad y un dólar que se fortalece. Sin embargo, se espera que los precios del oro y del gas experimenten un repunte durante este año, según las opiniones de expertos de la industria.
En 2024, el comportamiento de las materias primas fue variado. Mientras que los inversores se volcaron hacia el oro como refugio frente a la inflación, otros metales como el mineral de hierro vieron una disminución en sus precios, en gran medida debido al débil crecimiento de China, que sigue siendo el mayor consumidor de metales del mundo. Este escenario parece repetirse en 2025.
Perspectivas del mercado energético
Los precios del petróleo crudo se vieron afectados el año pasado por una demanda débil en China y un exceso de oferta. Los analistas anticipan que esta presión continuará en 2025. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha proyectado un aumento de la demanda global de petróleo de menos de un millón de barriles por día, en contraste con el incremento de dos millones de barriles por día registrado en 2023.
Se prevé que el precio del petróleo Brent caiga a 70 dólares por barril, impulsado por un aumento en la producción de países fuera de la OPEP+, lo que superará el crecimiento en el consumo global. La primera mitad de 2025 podría enfrentar un exceso de oferta, ya que la producción sustancial de EE. UU., Canadá, Guyana y Brasil comenzará a entrar en el mercado, lo que podría acentuar aún más la presión sobre los precios.
En contraste, los precios del gas natural han aumentado desde mediados de diciembre de 2024, impulsados por el clima frío y factores geopolíticos. La reciente interrupción del flujo de gas ruso hacia varios países europeos ha añadido incertidumbre al mercado global. Se espera que, mientras esta interrupción persista, los precios del gas se mantengan elevados, con un pronóstico de aumento del 40% en 2025.
Los analistas de Citi prevén que el precio del gas alcance los 3,4 dólares por millón de unidades térmicas británicas (MMbtu) en 2025, comparado con un promedio de 2,4 dólares por MMbtu en 2024. Este crecimiento se debe a la creciente demanda del sector de gas natural licuado (LNG) y a un aumento en las exportaciones netas por tubería.
El oro como refugio seguro
El oro ha registrado una serie de máximos históricos el año pasado, y se espera que esta tendencia continúe en 2025. La incertidumbre geopolítica y la creciente deuda gubernamental han llevado a los inversores a ver en el oro y la plata una opción atractiva para protegerse de los riesgos. Según el director de investigación de BullionVault, Adrian Ash, el optimismo hacia estos metales preciosos se debe a la creciente desconfianza en las políticas de los gobiernos.
Analistas de JPMorgan también anticipan un aumento en los precios del oro, especialmente si las políticas estadounidenses se tornan «más disruptivas», lo que podría incluir el incremento de aranceles y tensiones comerciales. Por otro lado, el precio de la plata podría seguir una trayectoria ascendente debido a su uso en la fabricación de paneles solares, que sigue siendo una demanda resiliente a pesar de las incertidumbres en el mercado.
En el caso del cobre, clave para la manufactura de vehículos eléctricos y redes de energía, se prevé que su precio pueda verse afectado negativamente debido a la desaceleración de las políticas energéticas en EE. UU., lo que podría reducir el «sentimiento verde» que había impulsado su valor en 2024.
En resumen, el futuro de los mercados de materias primas para 2025 es incierto. Sin embargo, el oro y el gas se posicionan como los activos más prometedores en un contexto global marcado por inestabilidades económicas y políticas. La capacidad de estos metales para servir como refugios en tiempos de crisis resalta la importancia de diversificar las inversiones en un mundo donde las dinámicas geopolíticas siguen jugando un papel decisivo.
