Se aproxima el que podría ser el cometa más esperado de 2025: el Cometa C/2024 G3 ATLAS. Este cometa alcanzará su perihelio el 13 de enero, situándose a 0.094 Unidades Astronómicas (AU), es decir, a 8.7 millones de millas o 14 millones de kilómetros, dentro de la órbita de Mercurio. Se espera que su magnitud alcance un brillo de hasta -1, lo que permitiría su visibilidad a simple vista.
Desde finales de diciembre, el cometa ha mostrado un brillo de +4, lo que sugiere que podría convertirse en un objeto notable en el cielo del amanecer para los observadores del hemisferio sur, siempre que mantenga su integridad y cumpla las expectativas.
Recientemente, el cometa experimentó un aumento de brillo, pasando de magnitud +4 a +1, un incremento notable que podría indicar un futuro prometedor o, por el contrario, una posible desintegración. Nicolas Lefaudeux, astrónomo citado por Universe Today, ha comentado que si esta explosión de brillo está relacionada con la desintegración, no habrá nada que observar después del perihelio. Sin embargo, si está vinculada a nuevas áreas activas o a la fragmentación de un núcleo grande, la visualización podría ser mucho más espectacular de lo que se ha anticipado.
Detalles del Cometa G3 ATLAS
El Cometa G3 ATLAS fue descubierto por el sistema de alerta ATLAS (Asteroid Terrestrial-Impact Last Alert System) como un objeto de magnitud +19 en la constelación Apus el 5 de abril de 2024. Su período orbital es de aproximadamente 160,000 años, y no está claro si este es su primer paso por el sistema solar interior o si proviene de la lejana Nube de Oort.
La observación de este cometa puede resultar complicada. A diferencia del Cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, que presentó una magnífica cola, el G3 ATLAS se comportará de forma más tímida, tanto antes como después de su perihelio, ya que se alejará de nuestra vecindad solar, manteniéndose cerca del horizonte sur durante el crepúsculo.
Los observadores del hemisferio norte tendrán dificultades para visualizar el cometa, ya que se mantendrá bajo en el cielo, a solo 5-10 grados sobre el horizonte al atardecer. Por el contrario, los del hemisferio sur disfrutarán de mejores oportunidades de observación.
El perihelio se producirá el lunes 13 de enero de 2025, cuando el cometa estará a solo cuatro grados del sol, y se espera que alcance una magnitud de -4, comparable a la de Venus, si logra mantenerse intacto durante este evento crucial.
Durante enero, el cometa pasará cerca de varias constelaciones y objetos celestes, lo que puede ofrecer algunas oportunidades de observación para los astrónomos aficionados. Sin embargo, la dificultad de su visualización se verá incrementada por su posición baja en el cielo y la dinámica de su brillo, que se «diluirá» en su área aparente, haciendo que su luminosidad sea menos notable.
La búsqueda de este cometa, el primero del año 2025, es un reto que requiere paciencia y buenas condiciones de observación. Se recomienda buscar un terreno elevado y un horizonte despejado, como el océano visto desde una playa, para aumentar las posibilidades de avistamiento.
