La economía india está atravesando un momento de desaceleración, según los últimos datos gubernamentales que indican un crecimiento del PIB del 5.4% en el segundo trimestre del año fiscal 2024-2025, lo que representa el nivel más bajo en siete trimestres. Este descenso ha llevado a una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del PIB para el año fiscal 2025, que ahora se espera que se sitúe en torno al 6.5%, en comparación con el rango anterior de 6.5% a 7%.
La Ministra de Finanzas de India, Nirmala Sitharaman, ha calificado esta caída como un “desliz temporal”, y ha expresado su confianza en que la economía se recuperará hacia finales del año fiscal. Sin embargo, el informe económico del Ministerio de Finanzas de noviembre de 2024 reconoce que la economía, considerada la de más rápido crecimiento del mundo, enfrenta desafíos significativos en la primera mitad del año fiscal actual.
Factores que contribuyen a la desaceleración
La desaceleración se atribuye a una combinación de factores, incluyendo una disminución en el gasto de capital del gobierno, una inversión privada más baja, una actividad manufacturera reducida y el aumento de los precios de los alimentos. En particular, el gasto gubernamental se ha visto afectado por las elecciones generales y estatales, lo que ha limitado la capacidad de inversión en infraestructura y otros sectores clave.
El Banco de Reserva de India (RBI) también ha ajustado sus proyecciones de crecimiento, reduciendo su estimación para el año fiscal actual del 7.2% al 6.6%. Esta revisión se debe en parte a la política monetaria del RBI, que ha contribuido a la desaceleración de la demanda en la primera mitad del año.
A pesar de este panorama, las instituciones financieras internacionales mantienen una visión optimista sobre el crecimiento de India. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han revisado al alza sus proyecciones de crecimiento para el país, destacando la inversión pública y el consumo privado como motores clave de la economía. Sin embargo, firmas de corretaje como Morgan Stanley han ajustado sus expectativas a la baja, proyectando un crecimiento del 6.3% para este año fiscal.
La inflación también representa un desafío, con una tasa que alcanzó el 6.2% en octubre de 2024, superando el límite superior del 4% establecido por el RBI. A pesar de que el primer ministro Narendra Modi ha anunciado la creación de aproximadamente 80 millones de nuevos empleos en los últimos años, persisten preocupaciones sobre la calidad de estos empleos, ya que muchos se encuentran en el sector informal.
En comparación con su vecino China, la economía india sigue creciendo a un ritmo más rápido, a pesar de la desaceleración. Mientras que China ha fijado un objetivo de crecimiento de alrededor del 5% para este año, India continúa siendo vista como la economía de más rápido crecimiento entre las más grandes del mundo.
El gobierno indio sostiene que la reciente desaceleración del PIB no refleja la trayectoria económica más amplia para 2025. La Ministra Sitharaman ha afirmado que la caída en el trimestre de septiembre no es “sistémica” y ha expresado su optimismo sobre el aumento del gasto público en el tercer trimestre, que podría contrarrestar esta moderación.
Con la expectativa de un posible recorte de tasas de interés por parte del RBI en febrero, los economistas sugieren que esto podría estimular el crecimiento económico al facilitar el acceso al crédito. A medida que la inflación se modera, las expectativas de un recorte de tasas se intensifican, lo que podría proporcionar un alivio adicional a la economía india en el futuro cercano.