El primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, ha rechazado las afirmaciones del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la supuesta interferencia de Rusia en las recientes elecciones parlamentarias de Georgia. Durante una declaración, Kobakhidze calificó de “mentiras” las acusaciones de Macron, quien había señalado que Rusia había intensificado su agresión en Europa, incluyendo la manipulación de procesos electorales en el país caucásico.
Macron, en su intervención, afirmó que “Rusia ha aumentado su agresión y ha cambiado la naturaleza de su hostilidad hacia Europa y otras regiones”, citando entre sus acciones la “desestabilización de procesos electorales y la manipulación de las urnas” durante las elecciones del 26 de octubre en Georgia. Sin embargo, el presidente francés no presentó pruebas que respaldaran sus afirmaciones.
Reacción de Georgia y contexto electoral
En respuesta a las declaraciones de Macron, Kobakhidze enfatizó que no se puede comentar sobre “mentiras” y que es más relevante abordar la situación crítica que enfrenta Ucrania. “El presidente francés debería prestar más atención a los acontecimientos en Ucrania, que ha sido sacrificado con el objetivo de destruirlo”, subrayó el primer ministro georgiano.
Las elecciones parlamentarias en Georgia resultaron en una victoria para el partido gobernante, Sueño Georgiano, que obtuvo el 53,93% de los votos, asegurando 89 de los 150 escaños en la legislatura. A pesar de la victoria, las cuatro principales fuerzas de oposición proeuropeas han denunciado un fraude electoral y han rechazado reconocer los resultados, lo que ha llevado a una serie de protestas en Tbilisi, algunas de las cuales han derivado en violencia. Aunque la magnitud de las manifestaciones ha disminuido en las últimas semanas, la tensión política en el país persiste.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha validado los resultados de las elecciones, destacando que, a pesar de un ambiente de campaña divisivo y desequilibrios en los recursos financieros entre los partidos, la participación activa de los votantes y la presencia de observadores ciudadanos indican un sistema democrático en evolución.
