Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y sus aliados a los tanqueros rusos han complicado las cadenas de suministro de petróleo, lo que ha llevado a la India a considerar el desarrollo de su propia flota. Desde la escalada de la crisis de Ucrania en febrero de 2022, se han implementado medidas restrictivas que incluyen un límite de 60 dólares por barril para el crudo ruso y un embargo sobre el petróleo transportado por mar. Estas acciones buscan debilitar la economía rusa, mientras se intenta mantener el flujo de crudo en los mercados globales para evitar un aumento de precios.
A pesar de las sanciones, Rusia ha logrado redirigir sus exportaciones de petróleo hacia mercados alternativos, siendo China e India los principales receptores. En 2023, India incrementó sus importaciones de petróleo ruso, alcanzando cifras diez veces superiores a las del año anterior, con más del 60% de las exportaciones marítimas de petróleo de Rusia dirigidas a este país. Este contexto ha hecho que India sea particularmente vulnerable a las sanciones sobre los tanqueros.
El mercado de tanqueros de petróleo
Los tanqueros de petróleo varían en tamaño, desde unos pocos miles de toneladas de peso muerto (DWT) hasta los gigantescos transportes de crudo ultragrandes (ULCC), capaces de llevar hasta 550,000 DWT. Cada año, estos buques transportan aproximadamente dos mil millones de toneladas de petróleo, siendo el método más eficiente después de los oleoductos. El costo promedio de transporte de crudo por tanquero oscila entre 5 y 8 dólares por metro cúbico.
La flota global de tanqueros está predominantemente controlada por empresas occidentales, con importantes aseguradoras también ubicadas en capitales de Occidente. Entre las compañías más grandes se encuentra Mitsui OSK Lines, con sede en Tokio, que opera más de 930 buques. Sin embargo, la mayoría de los tanqueros deben estar registrados bajo una bandera nacional, lo que implica un control regulatorio por parte del estado de bandera.
Las sanciones han llevado a la aparición de lo que se denomina la “flota sombra”, que incluye buques que ocultan su propiedad y aquellos que disimulan el origen de sus productos petroleros. Este fenómeno ha existido durante años, especialmente en el contexto de las sanciones a Irán y Venezuela. Se estima que hasta un 18% de los tanqueros del mundo forman parte de esta flota, con alrededor de 1,500 buques involucrados en el transporte de petróleo ruso.
Las flotas sombra han permitido a Rusia vender una parte significativa de su petróleo por encima del límite de 60 dólares por barril. Se ha informado que, en su momento, estos tanqueros transportaban hasta el 70% del petróleo marítimo de Rusia. Desde la escalada del conflicto en Ucrania, Rusia ha invertido al menos 10 mil millones de dólares en esta flota, debilitando así la efectividad del régimen de sanciones.
En este contexto, India ha comenzado a observar la necesidad de desarrollar su propia flota de tanqueros. En 2023, la flota de tanqueros de India contaba con 197 buques, un aumento desde los 168 en 2018. Sin embargo, muchos puertos indios enfrentan desafíos como infraestructura terminal limitada y capacidad insuficiente, lo que requiere una programación cuidadosa para la llegada de los tanqueros.
Para mejorar la eficiencia, se emplean operaciones de aligeramiento, que consisten en descargar parte del petróleo antes de que el buque entre al puerto. Esto es necesario para asegurar un rápido retorno de los tanqueros que no pueden atracar debido a estas restricciones. La expansión de la flota de tanqueros de India se presenta como una necesidad urgente para abordar estos desafíos operativos.