David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este jueves ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, donde ha sido citado como investigado por presuntos delitos contra la administración pública. La causa se centra en una supuesta contratación irregular en su cargo como jefe de la oficina de artes escénicas de la Diputación de Badajoz. A la salida del juzgado, su defensa argumentó que el caso no tendría consecuencias penales y que se trataría de un asunto meramente administrativo.
La comparecencia de David Sánchez ha estado marcada por un notable despliegue mediático y protestas en las inmediaciones del Palacio de Justicia. El investigado ha accedido al recinto a través del garaje, evitando así a los numerosos periodistas y manifestantes que esperaban su llegada. Fuentes judiciales justificaron esta medida como una «situación excepcional» para garantizar la seguridad ante la alta afluencia de informadores y críticos. Durante la espera, varios colectivos expresaron su descontento, reclamando igualdad ante la ley y cuestionando los posibles privilegios en el tratamiento de Sánchez.
En el transcurso de la jornada, el abogado de David Sánchez, Emilio Cortés, destacó que su cliente está dispuesto a aclarar cualquier aspecto que sea pertinente y que hay elementos en la causa que no le conciernen. Durante la mañana, se escucharon las declaraciones de varios testigos, incluidos funcionarios de la Agencia Tributaria, que intentaron esclarecer la relación contractual de Sánchez con la Diputación. Sin embargo, algunos de estos testigos afirmaron no tener contacto con él desde antes de la pandemia, lo que ha llevado a la acusación a cuestionar la validez de los informes presentados y a señalar irregularidades en su elaboración. La investigación sigue su curso, con la expectativa de nuevas diligencias y posibles imputaciones relacionadas con las acusaciones de malversación y tráfico de influencias.
