Se estima que la prevalencia de este trastorno entre la población masculina y sexualmente activa se sitúa entre el 20 y el 30 %. Eso es lo que nos comenta el máximo responsable de Cepsim, un centro psicológico especializado en el tratamiento eyaculación precoz Madrid.
Este profesional añade que se trata de un problema que habitualmente obedece a causas estrictamente psicológicas, por lo que la solución pasa porque un profesional cualificado averigüe cuáles son las causas específicas que provocan la eyaculación precoz en cada paciente concreto y aplique el tratamiento psicológico más conveniente para el caso.
En este sentido, un dato que puede sorprender a los profanos en la materia es que uno de los tratamientos eficaces es la terapia EMDR (siglas en inglés de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares).
Terapia EMDR: eficaz para tratar los problemas de eyaculación precoz
La terapia EMDR es una intervención terapéutica que ha supuesto una pequeña revolución en el campo de la psicología. Se trata de una técnica que inicialmente solo se empleaba para tratar los trastornos de estrés postraumático. Pero con el paso de los años, se ha demostrado su eficacia en el abordaje de un amplio abanico de trastornos psicológicos.
Mediante un enfoque que puede incluir la integración de otro tipo de tratamientos, la terapia de movimientos oculares permite que el paciente identifique y reestructure sus recuerdos o experiencias traumáticas. Además, ayuda a procesar y controlar las emociones negativas derivadas de esas experiencias o recuerdos, que son las responsables finales de que se produzca la indeseada eyaculación precoz.
Un problema cuyo origen es casi siempre de índole psicológica
Según el psicólogo EMDR Madrid del centro Cepsim, se considera que un 90 % de los casos de eyaculación precoz se debe a factores psicológicos o ambientales, de modo que solo el 10 % tiene su origen en problemas fisiológicos o médicos.
Concretamente, el estrés y la inseguridad son algunos de los factores psicológicos que predisponen a la eyaculación precoz. Igualmente, la ansiedad ante el coito, muy frecuente entre los adolescentes y debida a la inexperiencia o el miedo que suscita enfrentarse a una relación sexual, puede provocar, circunstancial o permanentemente, un trastorno de eyaculación precoz.
Y paradójicamente, la represión sexual y la hiperactividad sexual, dos condiciones aparentemente contrarias, son factores que predisponen a padecer este problema.
Tratamientos psicológicos para los problemas de eyaculación precoz
El primer caso es identificar las causas psicológicas específicas que provocan el trastorno. Por tanto, las primeras sesiones se enfocan a que el psicólogo conozca cuáles son las causas primigenias. En concreto, estas son algunas de las más habituales:
- Primera relación sexual efectuada en edad inmadura.
- Relaciones sexuales anteriores insatisfactorias.
- Casos de abuso sexual.
- Percepción negativa de la propia imagen corporal.
- Bajo estado de ánimo o depresión.
- Episodios intermitentes de eyaculación precoz en relaciones anteriores.
- Sentimientos de culpabilidad durante la relación sexual.
Una vez identificadas las causas, el psicólogo selecciona la estrategia terapéutica a seguir para controlar o eliminar esas causas psicológicas subyacentes.
Además de la terapia EMDR, el psicólogo puede valerse de otras técnicas complementarias, caso de la terapia relacional, la terapia ICV (Integración del Ciclo Vital), la terapia cognitivo-conductual o la terapia Gestalt.
