Desagradable experiencia tras la semifinal de la Supercopa de España
El pasado fin de semana, tras la disputada semifinal de la Supercopa de España, un grupo de familiares y aficionados del club balear vivió una situación que calificarían de «pesadilla». Al salir del estadio, se encontraron con un ambiente tenso y caótico que hizo que la celebración del partido se convirtiera en un mal recuerdo. Según relatan los testigos, la salida del recinto deportivo estuvo marcada por un despliegue de seguridad desmesurado y una falta de comunicación que aumentó la confusión entre los asistentes.
Los aficionados, que esperaban dejar el estadio con la satisfacción de haber disfrutado de un gran encuentro de fútbol, se vieron atrapados en una serie de incidentes que generaron un clima de inseguridad. Muchos de ellos se quejaron de la falta de información sobre el protocolo de salida, lo que provocó que las familias, incluidos niños, se sintieran desprotegidas en medio de la multitud. «Fue una experiencia horrible, nunca había vivido algo así en un evento deportivo», comentaba uno de los padres que acompañaba a sus hijos.
La situación se complicó aún más cuando algunos seguidores intentaron acceder a las zonas de aparcamiento, lo que derivó en atascos y un incremento de la tensión entre los aficionados y las fuerzas de seguridad. Este episodio ha suscitado críticas hacia la organización del evento, que no solo debe garantizar la seguridad, sino también el bienestar de los asistentes. La experiencia vivida por los aficionados del club balear es una llamada de atención sobre la importancia de una adecuada planificación y comunicación en eventos de gran magnitud.
