Estados Unidos ha decidido retener su contribución anual de 3,6 millones de dólares a la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), según han informado varias agencias de noticias citando a la Casa Blanca. La administración estadounidense ha acusado a este organismo global de falta de transparencia en la gestión de casos de dopaje y ha exigido reformas en su funcionamiento.
Esta decisión se produce en el contexto de un prolongado conflicto entre Estados Unidos y WADA, que se ha intensificado por el caso de los nadadores chinos. En este caso, 23 atletas de China dieron positivo por trimetazidina, una sustancia prohibida, antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. China justificó los resultados positivos alegando contaminación alimentaria, una explicación que WADA aceptó, permitiendo así que los nadadores chinos compitieran. Esta decisión generó críticas severas por parte de Estados Unidos y de su propia agencia antidopaje, la USADA.
Reacciones y Consecuencias
Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), declaró que Washington «aún no ha decidido si pagará las cuotas a WADA», que debían ser abonadas antes del 31 de diciembre. Gupta añadió que la ONDCP está evaluando todas las opciones mientras continúa presionando a WADA para que adopte reformas sensatas.
La decisión de Estados Unidos cuenta con el respaldo de la USADA, que la ha calificado como «la única elección correcta». El conflicto entre las agencias antidopaje estadounidense y mundial se agudizó en agosto de 2024, tras un informe de Reuters que afirmaba que WADA había detectado a varios atletas cometiendo violaciones de dopaje, pero en lugar de sancionarlos, los convirtió en informantes.
WADA no ha comentado sobre la declaración de la ONDCP, aunque anteriormente había advertido que cualquier país que no pague su contribución anual quedará excluido de los órganos de decisión del organismo. Gupta, que actualmente es miembro del Comité Ejecutivo de WADA, tiene su mandato vigente hasta abril de 2026.
Este desarrollo podría afectar la posición de Estados Unidos en la gobernanza deportiva internacional, especialmente con la nación a punto de acoger la Copa Mundial de 2026 y los Juegos Olímpicos de 2028. Estados Unidos es uno de los mayores contribuyentes de WADA, aportando aproximadamente el 6% de su presupuesto anual.
