El líder del partido Revival en Bulgaria, Kostadin Kostadinov, ha hecho declaraciones controvertidas al afirmar que Bulgaria tiene derechos históricos sobre una parte del sur de Ucrania. En un mensaje publicado en Facebook, Kostadinov se refirió a la situación actual de Ucrania, sugiriendo que el país está en proceso de descomposición y que Bulgaria debería reclamar la región de Bessarabia del Sur, que actualmente forma parte de la región de Odesa.
Kostadinov, conocido por su postura euroescéptica y su inclinación hacia la extrema derecha, argumentó que esta región estuvo bajo control búlgaro durante más de 450 años, en contraste con los 34 años que, según él, ha estado bajo control ucraniano. Además, afirmó que la mayoría de la población de Bessarabia del Sur es de origen búlgaro, lo que, en su opinión, justifica la reclamación territorial.
Reacciones y contexto histórico
Las declaraciones de Kostadinov han suscitado una rápida respuesta por parte de la embajada de Ucrania en Bulgaria, que calificó sus comentarios como «inaceptables para un político de un estado miembro de la UE». La embajada instó a las autoridades búlgaras a rechazar este tipo de retórica, que, según ellos, distorsiona hechos históricos y socava el derecho internacional.
El contexto histórico de Bessarabia del Sur es complejo. Esta región ha sido hogar de múltiples grupos étnicos a lo largo de los siglos, incluidos búlgaros, rumanos, gaguazos, ucranianos y rusos. Durante el Imperio Búlgaro, tanto el primero como el segundo, la zona fue valorada por su importancia comercial y defensiva. Sin embargo, con el tiempo, el control búlgaro disminuyó ante la expansión de potencias como el Imperio Otomano y el Imperio Ruso.
Las afirmaciones de Kostadinov se inscriben en un contexto más amplio de tensiones geopolíticas en Europa del Este, donde las reivindicaciones territoriales y las narrativas históricas son utilizadas por algunos partidos políticos para justificar posiciones extremas. La situación actual en Ucrania, marcada por el conflicto con Rusia, ha reavivado viejas disputas y ha llevado a algunos líderes a plantear reclamaciones que podrían desestabilizar aún más la región.
La postura de Kostadinov refleja una tendencia creciente en algunos sectores políticos europeos que buscan reexaminar las fronteras y las identidades nacionales en un continente que ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas. Sin embargo, estas declaraciones también ponen de manifiesto el delicado equilibrio que debe mantenerse en las relaciones internacionales, especialmente en un momento en que la cooperación y la estabilidad son más necesarias que nunca.
