A partir de hoy, Italia cuenta con una nueva miniserie titulada «M. il Figlio del Secolo», que explora la vida de Benito Mussolini y que ya ha suscitado controversias. La primera ministra Giorgia Meloni ha declarado que no tiene intención de verla, lo que ha avivado el debate sobre la figura del dictador y su legado en el contexto político actual del país.
La serie, una coproducción italo-francesa, está basada en la novela del mismo nombre escrita por Antonio Scurati, que ganó el prestigioso premio Strega en 2019. El actor romano Luca Marinelli representa a Mussolini, y la dirección corre a cargo del británico Joe Wright, conocido por su trabajo en películas como «Pride and Prejudice» y «The Darkest Hour». A lo largo de ocho episodios, la producción narra el ascenso de Mussolini, comenzando desde la fundación de los Fasci di Combattimento en 1919, hasta su autoinculpación por el asesinato del parlamentario socialista Giacomo Matteotti en 1925.
La obra de Scurati ha sido un punto de controversia en Italia, especialmente por su tratamiento de la historia fascista. Su relación con el partido de Meloni, los Hermanos de Italia, ha sido tensa; en abril de 2023, la RAI, la radiotelevisión pública italiana, canceló un monólogo de Scurati programado para conmemorar el Día de la Liberación, lo que el autor calificó de «censura gubernamental». A pesar de los intentos de Meloni de minimizar la controversia, el incidente desató una huelga entre los periodistas de la RAI, evidenciando las tensiones entre el gobierno y los medios de comunicación.
La herencia espinosa de Mussolini
La producción de «M. il Figlio del Secolo» ha reavivado el diálogo sobre la herencia fascista en Italia, en un momento en que miembros de la familia Mussolini siguen activos en la política. Muchos representantes de la coalición de centro-derecha han intentado restar importancia al impacto negativo del régimen mussoliniano, lo que ha generado críticas entre diversos sectores de la sociedad. En este contexto, la figura de Mussolini sigue siendo objeto de debate y reflexión, no solo por su historia, sino por la forma en que su legado es utilizado en la actualidad. Recientemente, el bisnieto de Mussolini, Romano Floriani Mussolini, generó controversia al hacer el saludo romano durante una celebración tras marcar un gol, lo que añade otro capítulo a la discusión sobre la nostalgia por el fascismo en Italia.
La respuesta de Meloni a la serie, al afirmar que tiene «otras prioridades» y que no ha visto televisión en más de dos años, refleja una estrategia de distanciamiento del pasado que podría estar diseñada para evitar confrontaciones políticas en un ambiente cada vez más polarizado. A medida que la serie se despliega en Italia, el eco de las tensiones históricas y contemporáneas seguirá resonando en el debate público.
