Las grandes corporaciones tecnológicas Meta y Amazon han decidido poner fin a sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), una medida que ha suscitado un amplio debate en el ámbito empresarial y social. Según informes de varios medios, estas decisiones se han tomado en un contexto de cambios en el panorama legal y político de Estados Unidos, donde la percepción de que estos programas favorecen a ciertos grupos sobre otros ha generado controversia.
El contexto de la decisión
Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha comunicado a sus empleados que dejará de aplicar lo que denomina el «Diverse Slate Approach», que consistía en asegurar que los candidatos de diferentes orígenes fueran considerados en el proceso de selección. Janelle Gale, vicepresidenta de recursos humanos de Meta, ha señalado en un memorando que la utilización de este enfoque podría dar la impresión de que las decisiones de contratación se basan en la raza o el género, algo que la compañía ha querido evitar. Gale ha enfatizado que, aunque seguirán buscando candidatos de diversos orígenes, no establecerán metas de representación para mujeres y minorías étnicas.
Por su parte, Amazon ha anunciado que está «desmantelando programas y materiales obsoletos» relacionados con la representación y la inclusión, con la intención de completar este proceso para finales de 2024. Candi Castleberry, vicepresidenta de experiencias inclusivas y tecnología de Amazon, ha indicado que la empresa se centrará en programas que demuestren resultados probados y en fomentar una cultura verdaderamente inclusiva.
Esta tendencia no se limita a Meta y Amazon. Otras grandes empresas como McDonald’s, Ford y Walmart también han abandonado o reducido sus programas DEI en los últimos meses. La crítica hacia las contrataciones basadas en la diversidad ha sido un tema recurrente, especialmente entre sectores conservadores que argumentan que estas prácticas son discriminatorias y perjudiciales para el rendimiento empresarial.
Implicaciones legales y sociales
El contexto legal en Estados Unidos ha cambiado significativamente, especialmente tras la decisión de la Corte Suprema en 2023, que declaró inconstitucional la consideración de la raza en las admisiones universitarias. Esta sentencia ha impulsado más de 60 demandas que desafían las políticas DEI en diversas empresas e instituciones, lo que ha llevado a un clima de incertidumbre sobre el futuro de estas iniciativas.
El debate sobre la diversidad y la inclusión en el ámbito laboral continúa siendo un tema polarizador. Mientras algunos argumentan que los programas DEI son esenciales para corregir desigualdades históricas y promover un entorno de trabajo más justo, otros sostienen que estas políticas pueden resultar en prácticas discriminatorias que afectan la meritocracia en el proceso de selección de personal.
Las decisiones de Meta y Amazon marcan un punto de inflexión en la forma en que las grandes corporaciones abordan la diversidad en sus plantillas, y es probable que este cambio tenga repercusiones en el ámbito empresarial global, así como en el discurso público sobre la equidad y la inclusión en el trabajo.
