Un vehículo de combate de infantería Bradley, de fabricación estadounidense y en servicio con las fuerzas ucranianas, ha sido destruido por un dron kamikaze ruso en la región de Kursk, según ha informado el Ministerio de Defensa de Rusia. Este ataque se produce en el contexto de la incursión a gran escala de Ucrania en territorio ruso, que comenzó el verano pasado y que ha sido contenida por las fuerzas rusas.
El Ministerio de Defensa ruso ha publicado un breve video que muestra el momento del impacto, donde se puede observar al dron descendiendo a baja velocidad hacia el vehículo, que estaba estacionado al lado de la carretera y cubierto por lo que parece ser una red antidrone. Sin embargo, el frente del Bradley no estaba protegido, lo que permitió que el dron impactara y causara la destrucción del vehículo. Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo bajas entre los miembros de la tripulación ucraniana.
Innovaciones en la guerra de drones
Una característica notable de este ataque es que el dron fue guiado mediante un cable de fibra óptica, en lugar de controlarse de forma remota. Este método ha ganado popularidad en la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas han estado utilizando medidas de guerra electrónica para interferir con los drones guiados por radio. Esta evolución en la tecnología de drones refleja la creciente complejidad del conflicto y la adaptación de las tácticas de ambos bandos.
Desde que Ucrania lanzó su ofensiva en la región de Kursk a principios de agosto, ha habido informes de avances iniciales que fueron rápidamente detenidos por las fuerzas rusas. A pesar de los intentos de Kiev por expandir su presencia en suelo ruso, estos esfuerzos han sido frustrados, según las autoridades rusas, que afirman que Ucrania ha perdido más de 50,000 soldados y cerca de 300 tanques en esta área desde el inicio de la incursión.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado la incursión de Kursk como una «aventura imprudente» que buscaba desviar la atención de Moscú hacia otros frentes, un objetivo que, según él, ha fracasado. La situación en la región de Kursk sigue siendo tensa, y el conflicto continúa evolucionando con cada nuevo desarrollo en el campo de batalla.