Un volcán en el este de Indonesia, conocido como Monte Ibu, ha entrado en erupción este sábado, arrojando lava caliente y liberando una columna de humo y ceniza que alcanzó los cuatro kilómetros de altura, según han informado las autoridades locales. Este fenómeno se produjo a las 19:45 hora central de Indonesia (11:45 GMT), generando una intensa actividad volcánica que ha dejado imágenes impactantes del volcán en plena erupción.
El jefe de la Agencia Geológica de Indonesia, Muhammad Wafid, ha declarado que la lava fue avistada a dos kilómetros del centro de la erupción. Las imágenes tomadas desde el puesto de monitoreo del volcán muestran una brillante columna de fuego y densa nube de humo elevándose por encima del cráter. Actualmente, el Monte Ibu se encuentra en el segundo nivel de alerta más alto, lo que indica una actividad volcánica significativa.
Hasta el momento, no se ha emitido una nueva orden de evacuación, pero las autoridades han recomendado a los visitantes y a los residentes de las áreas cercanas que abandonen una zona que se extiende entre cuatro y 5.5 kilómetros del pico del volcán. Asimismo, se ha instado a la población a utilizar mascarillas y gafas protectoras en caso de que se produzca una lluvia de ceniza volcánica.
Contexto Volcánico en Indonesia
El Monte Ibu es uno de los volcanes más activos del archipiélago indonesio, habiendo registrado más de 2,000 erupciones el año pasado. La isla de Halmahera, donde se ubica este volcán, contaba con una población superior a los 700,000 habitantes en 2022, lo que subraya la importancia de una gestión adecuada de la actividad volcánica en la región.
Indonesia, un vasto país formado por miles de islas, se encuentra en el «Cinturón de Fuego» del Pacífico, lo que le confiere una alta actividad sísmica y volcánica. El año pasado, otro volcán, el Monte Ruang, en la provincia de Norte de Sulawesi, también experimentó múltiples erupciones que obligaron a miles de residentes de islas cercanas a evacuar sus hogares.
La situación del Monte Ibu es un recordatorio de los peligros naturales que enfrenta Indonesia, así como de la necesidad de que las autoridades mantengan una vigilancia constante sobre la actividad volcánica para proteger a la población local y mitigar los riesgos asociados.
