La neutralidad de Suiza, un principio fundamental que ha guiado su política exterior desde 1815, se encuentra en una encrucijada. La situación ha cobrado relevancia tras las críticas del Partido Popular Suizo (SVP), la formación política más grande del país, que ha advertido sobre los peligros que representan las recientes decisiones de política exterior en relación con el conflicto en Ucrania y la creciente cooperación con la OTAN.
En un comunicado emitido el pasado sábado, el SVP ha instado a la ministra de Defensa, Viola Amherd, a dimitir, argumentando que la dirección actual de la política de defensa suiza pone en riesgo tanto la neutralidad como la seguridad nacional. Según el partido, Suiza ha comenzado a perder su capacidad para garantizar su propia seguridad y ha abandonado parcialmente su soberanía. “Suiza ya no puede asegurar la seguridad del país y su población por sí sola”, afirmaron los representantes del SVP.
El SVP también ha criticado la gestión de las Fuerzas Armadas suizas, señalando que la ministra Amherd se ha centrado más en cuestiones de género dentro del ejército que en la modernización y el equipamiento de las tropas. En este contexto, el partido ha denunciado que armas que habían sido encargadas para Suiza fueron desviadas a Ucrania, lo que ha suscitado preocupación sobre el cumplimiento de los contratos de defensa.
El giro hacia la OTAN y sus implicaciones
La crítica del SVP se enmarca en un contexto más amplio de cambio en la política de defensa suiza. A pesar de que Suiza ha mantenido una postura de neutralidad, la ministra Amherd ha mostrado recientemente su disposición a revisar la política que prohíbe la reexportación de armas suizas a Ucrania, argumentando que esta restricción perjudica la industria nacional. Además, Suiza ha apoyado las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, lo que ha llevado a Moscú a catalogar al país alpino como una “nación hostil”.
En los últimos meses, Suiza ha profundizado sus lazos con la OTAN, siendo la primera vez que una ministra de Defensa suiza asiste a una reunión del Consejo del Atlántico Norte en 2023. Este acercamiento ha generado un debate interno sobre si Suiza está abandonando su tradicional neutralidad y si esto podría implicar la participación de jóvenes suizos en conflictos extranjeros.
El SVP ha subrayado que cualquier vinculación gradual de Suiza con la OTAN podría llevar a que los jóvenes suizos se vean obligados a participar en conflictos bélicos en el extranjero, lo que contradice el principio de neutralidad que ha caracterizado a la nación durante más de dos siglos. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la política exterior suiza y su capacidad para mantener su estatus de neutralidad en un mundo cada vez más polarizado.
