Los incendios que asolan Los Ángeles desde el pasado martes podrían convertirse en el desastre natural más costoso de la historia de Estados Unidos. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado que es probable que esta tragedia sea la más grave en términos de costes asociados. Hasta el momento, el fuego ha dejado un saldo de 16 muertos, y se teme que esta cifra continúe en aumento. Más de 100.000 personas se encuentran bajo órdenes de evacuación obligatoria, sin poder acceder a sus hogares, muchos de los cuales han sido devastados.
“Empezamos a trabajar en cuanto supimos del fuego”, explica Juan Lavista, director del laboratorio científico de Inteligencia Artificial de Microsoft. La compañía está colaborando con Cruz Roja, proporcionando datos en tiempo real para delinear los primeros planes de respuesta al desastre, que también se facilitan a organizaciones no gubernamentales locales. A través del proyecto ‘AI for good’ (‘la IA para hacer el bien’), Microsoft se asocia con Planet, la empresa que cuenta con la mayor flota de satélites del mundo, la cual toma fotografías de la Tierra a diario. Gracias a estas imágenes, los ingenieros de Microsoft han podido entrenar un modelo de IA diseñado para analizar el antes y el después de las zonas afectadas y crear mapas que ayuden en la respuesta humanitaria.
Impacto y estimaciones de daños
En el área de Palisades, se han contabilizado 6.803 viviendas dañadas o destruidas, mientras que en Altadena, el número asciende a 4.154, según el último recuento disponible. Lavista señala que, debido a la densa presencia de humo en las primeras imágenes, se optó por utilizar satélites de máxima resolución para identificar las áreas más afectadas. La complejidad del trabajo radica en que “tenemos que entrenar al modelo de IA para reconocer qué es una casa”, dado que las construcciones varían significativamente en cada región del mundo. Con esta información, Cruz Roja ya está diseñando su plan de actuación.
Aún es prematuro realizar un balance real de los daños, pero una estimación preliminar de la organización AccuWeather sitúa las pérdidas económicas entre 135.000 y 150.000 millones de dólares. Jonathan Porter, meteorólogo jefe de la organización, ha afirmado que este incendio será, muy probablemente, el más costoso en la historia moderna de Estados Unidos. La razón de esta estimación radica en que los incendios se están produciendo en zonas densamente pobladas alrededor de Los Ángeles, donde se encuentran algunos de los inmuebles de mayor valor del país. Además de los daños materiales, se consideran los costes sanitarios inmediatos y, a largo plazo, la pérdida de salarios y las interrupciones en la cadena de suministro.
Todas las estimaciones coinciden en que este incendio se convertirá en el más costoso de la historia de EE.UU. Según el corredor de seguros Aon PLC, el incendio forestal más costoso hasta la fecha fue el Camp Fire de 2018, que causó daños por valor de 12.500 millones de dólares, ajustados a la inflación, y que resultó en la muerte de 85 personas y la destrucción de aproximadamente 11.000 viviendas en la localidad de Paradise.
A medida que las aseguradoras privadas han comenzado a rechazar o dar de baja a los propietarios de viviendas en las zonas de California propensas a incendios, muchos residentes han optado por el Plan FAIR, un programa de seguros respaldado por el Estado de California. Este plan está diseñado para ayudar a aquellos propietarios que no encuentran cobertura en el mercado privado.
En Altadena, uno de los suburbios más humildes afectados por el fuego, 958 viviendas estaban cubiertas por este plan a finales de septiembre de 2024, lo que representa un aumento del 28% en comparación con el año anterior. En Pacific Palisades, un suburbio más adinerado al oeste de Los Ángeles, el uso del Plan FAIR ha crecido aún más, con 1.430 viviendas aseguradas, un 85% más que el año anterior y cuatro veces más que en 2020. La dificultad para encontrar una póliza adecuada se ha convertido en una preocupación creciente, y la incertidumbre persiste sobre si todos los afectados lograrán que sus seguros cubran los costos de reconstrucción.
