El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha clasificado al sitio web de noticias Komi Daily como una organización terrorista, vinculándolo a un grupo pro-ucraniano que aboga por la fragmentación de Rusia. Esta decisión, tomada a finales de diciembre, se enmarca en un contexto de creciente represión de la disidencia y el control de la información en el país.
Komi Daily, fundado en 2018 por el periodista Valera Ilyinov, se define como un medio «decolonial» que promueve la cultura y la identidad de la República de Komi, situada en el norte de Rusia. Sin embargo, el FSB ha calificado a este medio como una «rama estructural» del Foro de Naciones Libres de la Post-Rusia (FNRF), un grupo que fue prohibido como organización terrorista por el Tribunal Supremo ruso en noviembre. Este foro, cofundado por el empresario y activista ucraniano Oleg Magaletsky, ha atraído la atención de funcionarios ucranianos y de la Unión Europea, así como de activistas rusos en contra del gobierno.
Acciones del gobierno ruso contra Komi Daily
El FSB ha argumentado que Komi Daily apoya la independencia de la República de Komi y ha expresado su respaldo a Ucrania en el contexto del conflicto actual. Como resultado de esta clasificación, el regulador de medios ruso, Roskomnadzor, ha bloqueado el acceso al sitio web y a las redes sociales asociadas. Además, Ilyinov ha sido multado por difundir información considerada como desinformación sobre el ejército ruso y por discursos de odio.
A pesar de las acusaciones, Komi Daily ha negado cualquier vínculo con el FNRF y ha manifestado su intención de continuar operando. En un comunicado publicado en Telegram, el medio anunció que consultará con expertos en derechos humanos sobre las acciones a seguir, reafirmando su compromiso con la difusión de información sobre la cultura y la identidad de Komi.
Este caso pone de relieve la creciente tensión en Rusia en torno a la libertad de expresión y el tratamiento de los medios de comunicación que critican al gobierno. La designación de Komi Daily como organización terrorista ilustra cómo el Kremlin está intensificando su estrategia de control sobre la narrativa mediática, especialmente en un contexto de conflicto bélico y polarización política.
