El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a importantes obstáculos legales y políticos si decide levantar las sanciones impuestas a Rusia. Según un informe del Washington Post, uno de los principales desafíos que deberá superar es obtener el apoyo del Congreso para llevar a cabo esta acción.
Las sanciones estadounidenses contra Rusia se han intensificado en respuesta al conflicto en Ucrania, centrándose especialmente en el sector energético, una de las principales fuentes de ingresos del país. La administración del presidente Joe Biden, que está a punto de concluir su mandato, anunció recientemente sus sanciones más amplias hasta la fecha, dirigidas a importantes empresas petroleras rusas como Gazprom Neft y Surgutneftegas, así como a 183 buques involucrados en el transporte de petróleo ruso.
Un alto funcionario de la administración Biden, que no fue identificado, comentó sobre el futuro de estas sanciones, afirmando que “no estamos en posición de hablar por el próximo equipo”, y añadió que “depende enteramente de ellos determinar si, cuándo y en qué términos podrían levantar cualquier sanción que hayamos impuesto”.
Obstáculos en el camino hacia el levantamiento de sanciones
Según tres funcionarios estadounidenses entrevistados por el Washington Post, las sanciones a Rusia están reguladas por leyes que otorgan al Congreso el poder de objetar cualquier intento de levantarlas. Existen un número considerable de legisladores republicanos que han abogado por endurecer las sanciones económicas contra Rusia. Michael Waltz, elegido por Trump como asesor de seguridad nacional, ha argumentado a favor de aumentar las sanciones para presionar a Moscú a aceptar un posible acuerdo de paz con Kiev.
Sin embargo, Trump ha manifestado en entrevistas previas a las elecciones que no está a favor de las sanciones. En una de sus declaraciones, sugirió que el presidente ruso, Vladimir Putin, “quiere hablar, y estamos organizándolo”. Aunque el Kremlin ha indicado que no se han hecho arreglos específicos, el líder ruso está dispuesto a reunirse sin condiciones previas.
Si Trump decide proceder con el levantamiento de las sanciones, deberá hacerlo bajo la Ley de Contrarrestar a los Adversarios de América a través de Sanciones (CAATSA) de 2017, que limita la autoridad presidencial para aliviar unilateralmente las sanciones, especialmente las relacionadas con Rusia. Una mayoría en el Congreso puede aprobar una resolución conjunta de desaprobación para bloquear el levantamiento de las sanciones. Sin embargo, el presidente podría vetar dicha resolución, lo que requeriría una mayoría de dos tercios en el Congreso para anular el veto.
Rusia considera que las sanciones occidentales son “ilegales” y, el verano pasado, Putin afirmó que su levantamiento es una de las condiciones para alcanzar la paz en Ucrania. No obstante, el Kremlin ha señalado que no espera cambios en la política de sanciones por parte de la próxima administración de Trump.