El Consejo Superior de Deportes (CSD) concedió una medida cautelar al FC Barcelona para permitir la participación de Dani Olmo y Pau Víctor en la Supercopa de España. Esta decisión, basada en la proyección de los jugadores en el torneo, generó controversia al omitir el trámite de audiencia a LaLiga y la RFEF.
La urgencia invocada por el CSD se fundamentó en la oportunidad de proyección que representa la Supercopa, donde solo participan los equipos con mejor rendimiento en la temporada anterior. Sin embargo, la ausencia de audiencia impidió una correcta ponderación de intereses, privilegiando la visibilidad de los jugadores por encima de otros clubes participantes y del interés general de la competición.
A pesar de la anticipación de la decisión por parte del entrenador del Barcelona, Hansi Flick, Dani Olmo solo tuvo minutos en la final de la Supercopa, donde destacó por su labor defensiva. Esta situación desmintió las alegaciones de urgencia presentadas ante el CSD, evidenciando una falta de comunicación y coordinación entre las partes involucradas.