La próxima semana, la compañía SpaceX llevará a cabo el lanzamiento de dos módulos lunares privados a bordo de un cohete Falcon 9, marcando el inicio de un año muy activo en las misiones hacia la Luna. La ventana de lanzamiento se abrirá el miércoles 15 de enero, con el despegue programado para las 1:11 a.m. EST (06:11 GMT) desde el Complejo de Lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy de la NASA, ubicado en Florida.
El Falcon 9 transportará ambos módulos a la órbita terrestre, desde donde cada uno iniciará trayectorias independientes hacia la Luna. La misión denominada Ghost Riders in the Sky, a cargo de Firefly Aerospace, tiene como objetivo el módulo lunar Blue Ghost, que forma parte del programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la NASA, destinado a entregar cargas científicas a la superficie lunar. El segundo módulo, Resilience, es de la empresa japonesa ispace y representa la segunda misión de la compañía en su intento de aterrizar en la Luna.
El Blue Ghost pasará 25 días orbitando la Tierra antes de realizar una quema de motor que le permitirá establecer su trayectoria hacia la Luna. Posteriormente, tras 20 días de tránsito —cuatro en camino y otros 16 en órbita lunar—, si las condiciones son favorables, el módulo aterrizará de manera autónoma en el Mare Crisium («Mar de la Crisis») para comenzar un periodo de dos semanas de investigación lunar.
La misión de Blue Ghost desde la Tierra hasta la Luna se completará aproximadamente cinco horas después de que caiga la noche en su ubicación lunar. En ese momento, la nave conservará la última parte de su energía para capturar una imagen del atardecer lunar antes de apagarse.
Detalles sobre la misión Resilience
Por su parte, el módulo Resilience seguirá una trayectoria mucho más lenta hacia la Luna, con un aterrizaje previsto entre cuatro y cinco meses después del lanzamiento. Esta segunda misión del programa Hakuto-R de ispace incorpora mejoras en hardware y software basadas en las lecciones aprendidas durante la primera misión, la cual alcanzó la órbita lunar pero fracasó en su intento de aterrizaje en abril de 2023 debido a un sensor de altitud que no funcionó como se esperaba, resultando en un choque en la superficie lunar.
Para su segundo intento, ispace ha adoptado un enfoque escalonado, estableciendo una lista de diez hitos que el módulo Resilience completará en su camino hacia la Luna, junto con una lista separada para los objetivos a alcanzar después de un aterrizaje exitoso. El módulo tiene como objetivo aterrizar en el Mare Frigoris (Mar de lo Frío), en el hemisferio norte de la Luna, donde comenzará operaciones en la superficie, incluyendo el despliegue de un microrover llamado Tenacious, que recolectará muestras de regolito (tierra lunar) como parte de un contrato con la NASA.
El lanzamiento de esta misión será seguido en poco tiempo por el despegue de otro módulo lunar, esta vez de la única empresa privada que ha logrado aterrizar con éxito en la superficie lunar hasta la fecha. Intuitive Machines lanzará su primer módulo Nova-C, llamado Odysseus, en febrero de 2024, el cual llevará seis cargas de CLPS de la NASA junto con otros seis cargamentos comerciales.
La misión IM-2 se espera que despegue en febrero, también con destino a la región polar sur de la Luna, esta vez hacia una cresta cercana al cráter Shackleton. Esta misión transportará varios payloads de CLPS para la NASA, incluido un instrumento llamado PRIME-1 (Experimento de Minería de Recursos Polares-1), que ayudará a confirmar la abundancia de hielo de agua en la zona.
Con estos desarrollos, se evidencia un incremento en la participación privada en la exploración lunar, lo que refleja una tendencia en el sector espacial hacia la colaboración entre entidades comerciales y agencias gubernamentales. Estos avances son fundamentales para el programa Artemis de la NASA, que busca llevar astronautas a la Luna en 2027 y eventualmente establecer una base en la región polar sur lunar, donde se presume la existencia de abundantes recursos de agua.
