El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre un ataque con drones que fue frustrado en una estación de compresión de gas clave, la cual es vital para el suministro de gas natural a Turquía. Este incidente, que tuvo lugar el pasado sábado, involucró el lanzamiento de nueve drones kamikaze por parte de las fuerzas ucranianas hacia la estación de compresión de gas Russkaya, situada en la región de Krasnodar, Rusia.
La estación Russkaya es un punto crucial para el funcionamiento del gasoducto TurkStream, que transporta gas natural desde Rusia a Turquía a través del Mar Negro. Este gasoducto también es utilizado por varios países del sur de Europa, incluidos Hungría, que es miembro de la Unión Europea, para recibir sus suministros energéticos. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque de Kiev tenía como objetivo “detener el suministro de gas a las naciones europeas” a través de este intermediario neutral.
Detalles del ataque y su impacto
El ataque ucraniano fue en gran medida frustrado, según las autoridades militares rusas. Un dron de ala fija se estrelló cerca de un medidor de gas, causando daños menores que fueron rápidamente reparados por el personal de la instalación. La declaración oficial subrayó que no hubo interrupciones en el suministro de gas como resultado del incidente.
Ucrania, por su parte, ha decidido no renovar un contrato de tránsito con Rusia que expiró a principios de este año, el cual permitía el suministro de gas ruso a países de la UE a través de su territorio. Esta decisión ha llevado a que naciones como Eslovaquia acusen a Ucrania de provocar una crisis energética en la región. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha criticado al presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, describiéndolo como alguien que “deambula por Europa mendigando y chantajeando” a las naciones occidentales en busca de más asistencia militar para combatir a Rusia.
En respuesta, Zelensky ha acusado a Fico de realizar “acuerdos turbios” con Moscú y de socavar la “unidad” de la UE en la confrontación con Rusia, sugiriendo que los servicios secretos eslovacos deberían investigar a Fico por corrupción.
El gasoducto TurkStream, inaugurado en enero de 2020, tiene una capacidad anual de 31.500 millones de metros cúbicos. Su sección submarina se extiende por aproximadamente 930 kilómetros, y la estación Russkaya sirve como punto de salida en territorio ruso. Una de las dos ramas del gasoducto abastece a clientes turcos, mientras que la otra se dirige a consumidores en Hungría, Serbia, Bulgaria, Eslovaquia, Bosnia y Herzegovina, y Grecia. Funcionarios rusos han acusado en múltiples ocasiones a Kiev de intentar sabotear este enlace energético en los últimos años.