Las autoridades aduaneras del Aeropuerto Domodedovo de Moscú han confiscado 50 kilogramos de cabello humano, valorados en casi 70.000 dólares, de las maletas de un pasajero extranjero que llegaba de Dubái. El hombre, de 37 años, pasó por el ‘corredor verde’, reservado para aquellos que no tienen nada que declarar, pero fue señalado durante una inspección de equipaje, según el servicio de prensa de la aduana.
En la revisión, los funcionarios encontraron siete bolsas de plástico que contenían 300 paquetes de cabello natural de diversos colores y tipos. El pasajero, que se identificó como estilista y regresaba de un festival internacional de belleza, alegó desconocer las normas de declaración. Estimó el valor del cabello en 3.000 dólares, afirmando que su intención era utilizarlo para la elaboración de pelucas, extensiones y postizos en Rusia.
Consecuencias legales y antecedentes de contrabando
Las autoridades han acusado al pasajero de violar las regulaciones de declaración aduanera, y un tribunal le impuso una multa administrativa que supera los 32.000 dólares. En los últimos meses, las aduanas de los principales aeropuertos de la capital rusa han reportado incautaciones similares. Por ejemplo, un pasajero en el Aeropuerto Sheremetyevo fue detenido con fragmentos de colmillos de mamut y ahora enfrenta hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 10.000 dólares.
En otro incidente ocurrido en julio, un pasajero fue interceptado en el Aeropuerto Domodedovo mientras intentaba llevar 11 colmillos de morsa a El Cairo. Este individuo alegó haberlos adquirido en un mercado de pulgas para utilizarlos como patas de muebles. Sin embargo, los expertos determinaron que los colmillos poseían un valor cultural significativo, ya que provenían de una morsa atlántica, especie que figura en el Libro Rojo de Rusia, un documento estatal destinado a registrar especies raras y en peligro de extinción.
