El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha decidido no asistir a la ceremonia conmemorativa del 80 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, programada para el 27 de enero en Polonia. Esta decisión se produce en medio de una controversia relacionada con una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) el año pasado, que afecta a Netanyahu y a otros altos funcionarios israelíes.
A pesar de que Polonia, como firmante del Estatuto de Roma, está obligada a ejecutar las órdenes de la CPI, el gobierno polaco extendió la semana pasada garantías de seguridad a todos los invitados, incluido Netanyahu. Sin embargo, la incertidumbre sobre su posible arresto ha llevado a la organización del evento a eliminar los discursos políticos, enfocándose en la memoria de los pocos sobrevivientes que quedan, muchos de los cuales tienen más de ochenta años.
Controversia en torno a la conmemoración
El director del Museo Auschwitz-Birkenau, Piotr Cywinski, ha declarado que no permitirá que la conmemoración se convierta en un escenario para debates políticos, diplomáticos o legales. En declaraciones a medios polacos, enfatizó que no habrá discursos políticos durante el evento, lo que marca un precedente en la historia del museo, donde tradicionalmente se han dado voz a líderes mundiales en aniversarios significativos.
La CPI emitió órdenes de arresto no solo contra Netanyahu, sino también contra el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant y líderes del grupo militante palestino Hamas, acusándolos de crímenes de guerra, incluyendo la intencionalidad de causar hambruna en Gaza. Esta situación se agrava en el contexto de la reciente escalada de violencia en Oriente Medio, que comenzó con un ataque mortal de Hamas el 7 de octubre de 2023, y que ha resultado en decenas de miles de muertes, principalmente en Gaza, en respuesta a la ofensiva israelí.
La historia de Auschwitz es un recordatorio sombrío de los horrores del Holocausto, donde se estima que 1,1 millones de personas fueron asesinadas por el régimen nazi. La liberación del campo por las fuerzas soviéticas en 1945 es un momento crucial que se conmemora cada año, pero este año la ausencia de líderes mundiales, incluido el primer ministro israelí, añade una capa de complejidad a la ceremonia.
Por otro lado, la relación entre Polonia y Rusia se ha tensado en los últimos años, especialmente a raíz del conflicto en Ucrania. Este año, Rusia no estará presente en la conmemoración por tercer año consecutivo, lo que refleja el distanciamiento entre Varsovia y Moscú en el contexto geopolítico actual.
