La aerolínea irlandesa Ryanair ha solicitado a las autoridades de la Unión Europea que tomen medidas para limitar el consumo de alcohol en los aeropuertos, argumentando que esto podría ayudar a mitigar el creciente problema de comportamientos disruptivos durante sus vuelos. Esta petición surge en un contexto en el que la compañía ha iniciado acciones legales contra un pasajero, reclamando la notable suma de 15,000 euros tras un incidente que obligó a desviar un vuelo debido a la conducta inaceptable de este viajero.
En un comunicado, Ryanair expresa su perplexidad ante la falta de restricciones en la venta de alcohol en los aeropuertos, sugiriendo que un límite de dos bebidas alcohólicas por pasajero, similar a las restricciones que se aplican a las compras en duty-free, podría contribuir a un entorno más seguro tanto para los viajeros como para la tripulación. La aerolínea sostiene que esta medida resultaría en comportamientos más responsables a bordo de sus aeronaves, mejorando así la experiencia de viaje en toda Europa.
Incidentes de comportamiento disruptivo en aumento
Los informes sobre pasajeros problemáticos han ido en aumento a nivel global, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que indica que el año 2023 ha visto un incidente disruptivo por cada 480 vuelos, un incremento respecto al año anterior. Este fenómeno ha generado preocupación en la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que ha señalado un aumento tanto en el número como en la gravedad de los incidentes desde 2020.
Ryanair ha desglosado los costes derivados del desvío de un vuelo en abril de 2024, en el que más de 160 pasajeros y seis miembros de la tripulación se vieron obligados a pasar la noche en el aeropuerto de Oporto. Los gastos totales ascendieron a más de 15,000 euros, incluyendo alojamiento, comidas, y tarifas de aterrizaje y manejo en el aeropuerto, lo que subraya el impacto financiero que puede tener la conducta irresponsable de un solo pasajero.
Ante esta situación, muchas aerolíneas ya han implementado restricciones en la venta de alcohol a bordo, pero Ryanair argumenta que la falta de controles en los aeropuertos contribuye a situaciones de riesgo. Como parte de sus esfuerzos por mejorar la seguridad, la compañía ha instado a una mayor responsabilidad en la venta de alcohol y el control de pasajeros en estado de embriaguez antes de abordar los vuelos.
Este debate sobre el alcohol y la conducta de los pasajeros no es exclusivo de Europa. En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación ha reportado más de 2,100 incidentes de pasajeros indisciplinados en el último año, lo que ha llevado a multas que suman 7.5 millones de dólares. Aunque estos incidentes han disminuido desde su pico en 2021, la preocupación sobre el comportamiento en los vuelos persiste.
La situación en Ryanair y el reconocimiento de un problema creciente en el sector aéreo plantea reflexiones sobre la responsabilidad individual y las políticas que deben adoptarse para garantizar un viaje seguro y agradable para todos. En un mundo donde la interacción humana es cada vez más compleja, la regulación y la educación en el consumo responsable de alcohol parecen ser pasos necesarios hacia un futuro más seguro en los cielos.