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Despegue exitoso de dos landers lunares privados
En una jornada marcada por la presencia de una luna casi llena, dos empresas, una estadounidense y otra japonesa, lanzaron con éxito sus respectivos módulos lunares robóticos. Este lanzamiento tuvo lugar en la madrugada del miércoles, utilizando un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la histórica plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy. El módulo estadounidense, denominado «Blue Ghost» y desarrollado por Firefly Aerospace, con sede en Austin, Texas, transporta diez sofisticados instrumentos para la NASA. Por su parte, el módulo japonés, conocido como «Resilience» y fabricado por ispace, tiene a bordo cuatro instrumentos y un pequeño microrobot llamado «Tenacious».
El despegue se llevó a cabo a las 1:11 a.m. EST, y «Blue Ghost», que pesa 468 kilogramos sin combustible, se espera que sea liberado para continuar su vuelo de forma autónoma aproximadamente una hora y cinco minutos después del lanzamiento. Por otro lado, «Resilience», que tiene un peso de alrededor de 340 kilogramos, será desplegado 21 minutos más tarde, tras una maniobra final del cohete para ajustar su trayectoria hacia la luna. Julianna Scheiman, una de las directivas de SpaceX, destacó que las diferentes estrategias de llegada a la luna de los clientes permiten aprovechar las capacidades del Falcon 9 para llevar a cabo sus respectivas misiones.
Los dos landers seguirán rutas distintas hacia la luna. «Blue Ghost» permanecerá en órbita terrestre durante aproximadamente 25 días, lo que permitirá a los ingenieros de Firefly verificar a fondo los instrumentos y otros subsistemas del módulo. Posteriormente, el módulo realizará un trayecto de cuatro días hacia la luna y orbitara durante 16 días. Si todo marcha según lo previsto, «Blue Ghost» descenderá cerca del centro del Mare Crisium, donde llevará a cabo su misión científica durante dos semanas. En contraste, «Resilience» seguirá una trayectoria que le llevará a la luna alrededor de dos días después del lanzamiento, utilizando un camino más eficiente en términos de combustible. Esta misión, que no cuenta con financiamiento de la NASA, incluye experimentos orientados a la creación de infraestructura lunar, lo que podría facilitar una presencia humana permanente en la luna en el futuro.