La periodista Cristina Fallarás ha emergido como una voz destacada en la lucha contra los abusos sexuales en el contexto político español. A través de su cuenta de Instagram, ha compartido testimonios de mujeres que han denunciado haber sido víctimas de agresiones por parte de Iñigo Errejón, hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, y otros políticos de diversas formaciones. Fallarás ha utilizado su plataforma para dar visibilidad a estas historias, lo que ha propiciado una mayor conciencia sobre la violencia de género y las dinámicas de poder que a menudo la perpetúan.
El pasado sábado, Fallarás denunció que Instagram había suspendido su cuenta, alegando que su actividad violaba las normas comunitarias. La periodista interpretó esta acción como un acto de censura, señalando que su cuenta había estado activa durante meses y había acumulado miles de testimonios sobre violencias sexuales. A su juicio, esta suspensión representa un intento de silenciar la voz de las mujeres que denuncian abusos, restringiendo sus canales de expresión y poniendo en evidencia una falta de sensibilidad hacia las problemáticas de género por parte de la plataforma.
Reactivación de la cuenta y el síndrome de Hybris
Tras la denuncia pública, la cuenta de Fallarás fue reactivada por Instagram, que explicó que el cierre había sido un proceso automático debido a la acumulación de denuncias. Meta España se disculpó por el incidente, confirmando que no había habido ninguna infracción de las normas de la plataforma. En este contexto, el comportamiento de Errejón ha sido objeto de análisis por parte de expertos, quienes sugieren que puede estar relacionado con el llamado síndrome de Hybris, un trastorno caracterizado por un ego desmesurado y desdén hacia las necesidades ajenas. Este fenómeno, según el psiquiatra forense José Cabrera, se manifiesta en conductas que invaden el espacio personal de otros, lo que subraya la importancia de abordar estas dinámicas de poder en el ámbito político y social.