El Comité de Apelación de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tomado una decisión respecto al recurso presentado por el Mallorca contra la sanción impuesta a su portero Iván ‘Pichu’ Cuéllar. El jugador fue castigado con dos partidos y una multa de 1.300 euros por su comportamiento en la semifinal de la Supercopa ante el Real Madrid. A pesar de la solicitud de suspensión cautelar de la sanción por parte del club, Apelación ha desestimado el recurso, argumentando que Cuéllar, a pesar de no estar convocado, forma parte de la competición y debe cumplir con las normas establecidas en el Código Disciplinario federativo.
El incidente ocurrió cuando Cuéllar, situado en la zona de grada detrás del banquillo mallorquinista, increpó al equipo arbitral «de forma reiterada y gritando» tras una decisión durante el partido. A pesar de ser advertido por el delegado del equipo, continuó con su comportamiento, lo que llevó a la sanción impuesta por el Juez Disciplinario de la RFEF. El Mallorca argumentó que la conducta de Cuéllar se desarrolló fuera del terreno de juego y del área técnica, por lo que no debería ser tratada bajo el procedimiento ordinario, sino mediante el extraordinario.
El Comité de Apelación ha respaldado la decisión del Juez Disciplinario, considerando que el procedimiento seguido se ajusta a lo establecido en el Código Disciplinario federativo. Además, ha rechazado la suspensión cautelar de la sanción, subrayando que todo jugador con licencia federativa válida y adscrito a un club participante en una competición organizada por la RFEF forma parte indiscutible de dicha competición, independientemente de su inclusión en la lista de convocados para un partido específico. De esta manera, se ratifica la importancia de mantener el orden y el respeto en el ámbito deportivo, incluso fuera del terreno de juego.
