El turismo espacial ha sido objeto de creciente interés en los últimos años, pero ahora enfrenta una advertencia seria: el World Monuments Fund (WMF) ha incluido por primera vez la Luna en su lista de sitios históricos amenazados. Esta inclusión se debe a los riesgos que representa el turismo espacial comercial para los lugares de aterrizaje de las primeras misiones lunares.
El WMF publica cada dos años una lista de 25 sitios en peligro debido al cambio climático, el turismo, los conflictos y los desastres naturales. Su labor ha llevado a la mejora de defensas contra inundaciones en Venecia, la restauración del Templo Mahadev en Nepal y la protección de varios templos en el complejo de Angkor Wat en Camboya. En la última edición de esta lista, presentada el miércoles, se incluyen sitios de 29 países, entre ellos la devastada Gaza y la Costa Swahili, que abarca cuatro países de África Oriental. Por primera vez, se destaca un sitio de patrimonio extraterrestre.
La amenaza a los logros humanos
El WMF ha señalado que «con el amanecer de una nueva era de exploración espacial, los restos físicos de los primeros aterrizajes en la Luna están en peligro, poniendo en riesgo estos símbolos perdurables del logro humano colectivo». El 20 de julio de 1969, cuando la misión Apollo 11 aterrizó en el Mar de la Tranquilidad, 650 millones de personas en la Tierra presenciaron cómo los humanos caminaban por la superficie lunar por primera vez.
Los astronautas del Apollo 11 dejaron atrás 106 artefactos en el sitio de aterrizaje de Tranquility Base, incluyendo el módulo de aterrizaje, instrumentos científicos y la icónica huella de Neil Armstrong. El WMF destacó que «Tranquility Base es uno de más de 90 sitios históricos de aterrizaje e impacto que marcan la presencia de la humanidad en la superficie lunar y dan testimonio de algunos de nuestros logros más extraordinarios en valor e ingenio».
A pesar de que estos sitios han permanecido en condiciones relativamente estables debido a la ausencia de viento y agua en la superficie lunar, el WMF advierte que «un reciente interés resurgente en la actividad humana en la Luna, incluida una floreciente industria espacial comercial», los pone en riesgo. Recientemente, SpaceX lanzó dos módulos lunares, mientras que la NASA planea el regreso de humanos a la Luna con la misión Artemis III, programada para 2027. Además, el Programa de Exploración Lunar de China tiene previsto realizar tres misiones no tripuladas entre 2025 y 2028, y la Agencia Espacial Tripulada de China planea aterrizajes tripulados para 2030.
Aunque no hay aterrizajes turísticos comerciales planeados, empresas como SpaceX, Virgin Galactic y Blue Origin han expresado su interés en llevar clientes de pago a la Luna. El WMF ha advertido que «la visita explotadora, el souvenir y el saqueo por parte de futuras misiones y exploraciones lunares privadas podrían comprometer eventualmente este patrimonio cultural verdaderamente único, eliminando artefactos y borrando para siempre huellas icónicas de la superficie lunar».
En la actualidad, no existe un acuerdo internacional dedicado a la protección del patrimonio lunar. Sin embargo, un grupo de arqueólogos y científicos formó en 2023 el Comité Científico Internacional sobre Patrimonio Aeroespacial para promover la preservación de lo que han denominado «el patrimonio aeroespacial tangible e intangible de la humanidad». Esta organización ha instado a los líderes mundiales a redactar un tratado formal que proteja los sitios lunares de la explotación comercial.