Un pequeño asteroide que orbitó cerca de la Tierra durante unos meses el año pasado, conocido como 2024 PT5, ha despertado el interés de los científicos debido a su posible origen lunar. Las características de este objeto han llevado a los investigadores a plantearse si se trata de un fragmento de la Luna que ha hecho una visita a nuestro planeta.
El asteroide 2024 PT5, cuyo trayecto es muy similar al de la Tierra, fue descubierto por primera vez en agosto de 2024 en un proyecto de observación en Sudáfrica. Su órbita lo convierte en un objetivo ideal para el proyecto MANOS (Mission Accessible Near-Earth Object Survey). Los científicos han analizado su reflejancia y propiedades físicas para determinar su origen, ya que cada asteroide es un caso particular que puede proporcionar información valiosa sobre su procedencia.
Orígenes y características de PT5
Utilizando el Telescopio Lowell en Flagstaff, Arizona, un equipo de observadores analizó el espectro de reflejancia de PT5. Con un diámetro de aproximadamente 10 metros, este asteroide mostró una composición rica en silicatos, lo que descartó un origen artificial. Además, el espectro de reflejancia coincide con muestras lunares conocidas, mientras que no se asemeja a ningún tipo de asteroide conocido. Los resultados indican que podría tratarse de material eyectado de la Luna tras un impacto, siendo solo el segundo caso en el que se identifica un asteroide cercano a la Tierra con tal origen.
La existencia de PT5 sugiere la posibilidad de que haya una población más amplia de fragmentos lunares flotando en nuestra vecindad. Aunque actualmente se conocen alrededor de 16 objetos cercanos a la Tierra que podrían tener origen lunar, los investigadores consideran que podrían existir muchos más. Los autores del estudio han indicado que la mayoría de estos fragmentos seguirían órbitas que cruzan la de la Tierra, lo que aumenta la probabilidad de su descubrimiento en futuras investigaciones.
El interés por estos asteroides radica en la información que pueden proporcionar sobre la historia de los impactos en la Luna y otros cuerpos celestes como la Tierra y Marte. Estudiar estos objetos podría ofrecer una mejor comprensión de cómo las colisiones han moldeado nuestros vecinos planetarios en el sistema solar interno.
Las próximas oportunidades de observar 2024 PT5 se presentarán este mes, cuando el asteroide se acerque nuevamente a la Tierra. NASA planea rastrearlo mediante radar, lo que permitirá obtener más datos sobre este «mini-moon» y su naturaleza. La búsqueda de más objetos de este tipo, así como la medición de sus propiedades, será crucial para establecer vínculos entre la ciencia de los asteroides y la de la Luna en el contexto de las futuras misiones espaciales, como el programa Artemis.