2024, el año más cálido registrado: un análisis de las causas
El año 2024 ha marcado un hito en la historia climática del planeta, al ser oficialmente declarado como el más cálido desde que se inició la recopilación de datos en 1880. Según la NASA, la temperatura promedio global en 2024 fue de 1.3 grados Celsius por encima del promedio de mediados del siglo XX, representando un aumento significativo que se atribuye en gran medida al incremento de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, en la atmósfera terrestre desde la Revolución Industrial. En el siglo XVIII, los niveles de dióxido de carbono eran aproximadamente 278 partes por millón (ppm); actualmente, alcanzan las 420 ppm, lo que evidencia un cambio drástico en la composición atmosférica.
Sin embargo, el aumento de temperatura en 2024 no puede explicarse únicamente por el incremento de gases de efecto invernadero. La NASA ha señalado que un fenómeno natural conocido como El Niño, que comenzó en otoño de 2023, también contribuyó a elevar las temperaturas promedio. Este evento climático, que se caracteriza por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico, tiene un impacto significativo en los patrones meteorológicos globales. Además, los científicos continúan investigando las repercusiones de la erupción volcánica de Tonga en enero de 2022, que liberó grandes cantidades de vapor de agua y dióxido de azufre en la atmósfera, lo que podría haber influido en los registros de temperatura.
A medida que se avanza en el análisis de estos fenómenos, los expertos subrayan la preocupación por los efectos a largo plazo de las emisiones de gases de efecto invernadero sobre el clima. Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, ha advertido que, aunque no todos los años romperán récords, la tendencia a largo plazo es alarmante. Las consecuencias ya son visibles a través de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias intensas y olas de calor, que continuarán agravándose mientras persista la emisión de gases nocivos. La evidencia científica apunta a la necesidad urgente de abordar este problema global, enfatizando que la comprensión y la acción son fundamentales para mitigar el impacto del cambio climático en la Tierra.
