El 16 de enero de 2025, a las 2 a.m. hora del Este, un nuevo cohete despegó desde la Estación Espacial de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, Florida. El lanzamiento del New Glenn de Blue Origin ha marcado un hito significativo para esta compañía comercial espacial, que se encuentra en plena expansión y con grandes ambiciones en el sector aeroespacial.
Un avance notable en la industria espacial comercial
Si bien SpaceX es la compañía de transporte espacial comercial más reconocida, Blue Origin, fundada en el año 2000 por Jeff Bezos, cuenta con una trayectoria de 25 años en el sector. La compañía tiene la visión de un futuro donde millones de personas vivan y trabajen en el espacio. Para ello, está desarrollando una línea de cohetes reutilizables que podrían mejorar significativamente el acceso a la órbita terrestre.
La filosofía de Blue Origin, «gradatim ferociter» (paso a paso, ferozmente), refleja su enfoque metódico hacia la exploración espacial. Bezos enfatizó en 2016 que, al construir un vehículo volador, no se pueden escatimar esfuerzos, ya que hacerlo podría resultar en un fracaso estrepitoso. Esta filosofía se tradujo en un largo proceso de desarrollo: Blue Origin tardó 15 años en lanzar su primer cohete, el New Shepard, un vehículo suborbital que ha llevado a varios pasajeros, incluido Bezos, al borde del espacio.
A pesar de sus logros, New Shepard ha enfrentado desafíos, como un fallo en el motor en 2022, que provocó que el sistema de escape de la cápsula se activara, permitiendo que regresara de manera segura a la Tierra. Este incidente demuestra la importancia de la seguridad en el desarrollo de tecnologías espaciales.
El New Glenn, que lleva el nombre de John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra, es el siguiente paso en la evolución de Blue Origin. Con más de 98 metros de altura, el New Glenn es más bajo que el emblemático Saturno V, pero tiene el doble de potencia que el transbordador espacial. Su diseño incluye dos etapas, siendo la primera capaz de regresar a una plataforma en el mar tras el despegue, aunque en su lanzamiento inaugural la etapa de refuerzo fue destruida al intentar aterrizar.
Además de desarrollar el New Glenn, Blue Origin trabaja en el Blue Moon, un módulo lunar para futuras misiones de la NASA, y el Blue Ring, una plataforma de servicio espacial que permitirá la reabastecimiento y movimiento de satélites. Asimismo, la compañía es parte clave de Orbital Reef, una estación espacial comercial planificada en órbita terrestre baja, que se asemeja a un «parque empresarial de usos mixtos» en el espacio.
El éxito del New Glenn representa un avance crucial para Blue Origin y la industria espacial comercial en general. Su capacidad para llevar a cabo lanzamientos competitivos con SpaceX es un indicativo de un mercado saludable. La competencia en el sector de lanzamientos espaciales fomenta la innovación y la reducción de costos, beneficio que se traduce en una mayor accesibilidad para diferentes actores en el ámbito espacial.
A medida que Blue Origin se prepara para realizar misiones no tripuladas en los próximos años, su colaboración con la NASA, sellada en un acuerdo en 2023, abre la puerta a un futuro donde el transporte de humanos a la órbita baja terrestre y más allá se convierta en una realidad más accesible. El lanzamiento del New Glenn es, sin duda, un paso significativo para Blue Origin en su ambicioso camino hacia la conquista del espacio.