El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía rusa en 2025, a pesar de los desafíos globales que enfrenta. En su último informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales, publicado el pasado viernes, la institución con sede en Washington ha señalado que espera que el PIB del país crezca un 1,4% este año, lo que representa un aumento de 0,1 puntos porcentuales respecto a su informe de octubre de 2024. La previsión para 2026 se mantiene sin cambios en un 1,2%.
El economista del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, comentó sobre el informe, indicando que la revisión se debe en gran medida a que “hemos recibido datos algo más fuertes de lo esperado”. Este optimismo se alinea con las proyecciones anteriores de la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozak, quien había anticipado que el fondo actualizaría sus previsiones de crecimiento económico en Rusia debido a “un fuerte consumo privado y un rápido crecimiento de los salarios”.
Factores que impulsan el crecimiento económico
Kozak también destacó que “una fuerte inversión corporativa” está apoyando el crecimiento económico del país. El FMI ha mencionado anteriormente que la diversificación de las exportaciones energéticas de Rusia y las medidas fiscales internas son factores clave que sostienen la economía en un contexto internacional complicado.
Por otro lado, el informe de enero del Banco Mundial sobre las Perspectivas Económicas Globales proyecta un aumento del PIB ruso del 1,6% en 2025 y del 1,1% en 2026. En contraste, el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia espera un crecimiento del 2,5% para este año, mientras que el Banco de Rusia estima una expansión entre el 0,5% y el 1,5%.