La escalada durante el embarazo: seguridad y beneficios
La práctica de la escalada puede continuar durante el embarazo, siempre y cuando se cuente con la aprobación de un profesional de obstetricia que confirme que el embarazo es saludable y sin riesgos. Es importante destacar que existen movimientos específicos en la escalada que pueden ser beneficiosos, como aquellos que ayudan a prevenir una diástasis amplia o que están destinados a fortalecer el suelo pélvico y el abdomen, lo cual resulta útil de cara al parto. Para aquellas mujeres que ya eran escaladoras antes de quedar embarazadas, es recomendable comenzar con el uso de un arnés de cuerpo entero para minimizar la presión en el abdomen y garantizar una práctica segura.
La actividad física regular durante el embarazo tiene numerosos beneficios para la salud de la madre y el desarrollo del feto. La escalada, en particular, puede contribuir a mantener un embarazo saludable al combinarse con una dieta equilibrada y una adecuada gestión del estrés. Realizar ejercicio ayuda a reducir las complicaciones y mejora el bienestar general de la mujer embarazada, siempre que se respete su condición y se adapten los ejercicios a sus necesidades.
Es fundamental diferenciar entre las diversas modalidades de escalada, como el búlder y la escalada con cuerda. Mientras que el búlder puede suponer un mayor riesgo en caso de caídas, la escalada con cuerda ofrece una mayor seguridad si se practica correctamente. Durante el embarazo, se deben evitar caídas traumáticas o situaciones que puedan generar un cambio brusco de velocidad, así como evitar llegar a un estado de cansancio extremo. La escalada, cuando se realiza de manera controlada, puede fortalecer los grupos musculares, favorecer la salud cardiovascular y aliviar el estrés, además de potenciar la confianza y la autoestima de la mujer en esta etapa.
