Los devastadores incendios que han arrasado vecindarios en Los Ángeles han desatado un intenso debate sobre la celebración de los próximos Premios Óscar. A pesar de la creciente preocupación expresada por varias figuras del cine, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha decidido mantener la ceremonia programada para el 2 de marzo en el Teatro Dolby de Hollywood.
Entre los críticos de la decisión se encuentran reconocidos artistas como Stephen King, Jean Smart y Rosanna Arquette, quienes han cuestionado la conveniencia de llevar a cabo un evento que destaca el glamour y la riqueza en un contexto de tragedia y pérdida. La Academia, sin embargo, ha reafirmado su compromiso, argumentando que es fundamental utilizar su plataforma para apoyar a la comunidad cinematográfica en un momento crítico.
Bill Kramer, director ejecutivo de la Academia, comunicó a los medios que tras consultar con diversas partes interesadas en la comunidad de cine de Los Ángeles, se ha tomado la decisión de proceder con la ceremonia. Hasta la fecha, miles de estructuras han sido destruidas y al menos 27 personas han perdido la vida debido a los incendios que han afectado áreas como Altadena, Malibu y Pacific Palisades.
El argumento de que celebrar los Óscar podría parecer insensible se ha hecho eco en las redes sociales. King, en una publicación en Bluesky, manifestó que no participará en la votación de este año, sugiriendo que el evento debería ser cancelado. Sin embargo, Kramer ha señalado que muchos de los afectados por los incendios son parte de la misma comunidad que los Óscar buscan celebrar, lo que añade una capa de complejidad a la discusión.
El impacto económico que Hollywood ha sufrido en los últimos años, agravado por la pandemia y las huelgas de guionistas y actores, ha llevado a muchos en la industria a ver la importancia de la ceremonia no solo como un evento de premiación, sino como una oportunidad para apoyar a todos aquellos que dependen de la industria del entretenimiento para subsistir. La celebración de los Óscar, según algunos, puede proporcionar un impulso económico necesario en este momento de crisis.
Mary McNamara, periodista del Los Angeles Times, argumenta que seguir adelante con la ceremonia también brinda una oportunidad para reconocer a los trabajadores del cine que a menudo no están en el centro de atención, pero que son esenciales para la realización de estos eventos. “Los incendios son solo el último golpe para muchos que ya luchan por encontrar trabajo, pagar el alquiler y alimentar a sus hijos”, escribió McNamara.
Además, la historia de los Óscar muestra que la ceremonia nunca ha sido cancelada en sus 94 años de existencia, ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial o tras los ataques del 11 de septiembre. Aun así, no se espera que la celebración de este año sea una edición habitual. Kramer ha indicado que se rendirá homenaje a los primeros respondedores y se incluirán momentos especiales para reconocer a quienes lucharon contra los incendios.
Mientras la Academia continúa con sus preparativos, algunas figuras del cine han pedido que se utilice la ceremonia para recaudar fondos para las víctimas de los incendios. Smart ha instado a la Academia a considerar la posibilidad de no transmitir la gala y en su lugar destinar esos ingresos a los afectados por la tragedia. Otros, como la maquilladora Benjamin Puckey, sugieren que en lugar de cancelar el evento, se busquen formas de recaudar fondos y concienciar sobre la situación actual.
A pesar de las críticas, el avance del evento se enmarca en la resiliencia de la comunidad de Hollywood. Kramer concluyó que el espíritu de Los Ángeles y su comunidad cinematográfica siempre ha sido de fortaleza, y que los Óscar representan no solo una celebración del cine, sino también la unidad de la industria frente a la adversidad.
