El canciller alemán Olaf Scholz ha manifestado su esperanza de que el conflicto entre Rusia y Ucrania pueda llegar a su fin en 2025, aunque ha admitido que aún no está claro si esto es factible. Durante un evento de campaña en Wolfsburg, Scholz subrayó la importancia de considerar todos los medios, incluidos los diplomáticos, para alcanzar la paz.
Scholz también destacó que Alemania está trabajando para evitar que el conflicto se amplíe, afirmando que “se hace todo lo posible para que esta guerra… no se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN”. En este contexto, el canciller se mostró en desacuerdo con la idea de enviar misiles de largo alcance a Ucrania, que podrían alcanzar el interior de Rusia, argumentando que tales acciones “no contribuyen a ser una medida de mantenimiento de la paz desde Alemania en este momento”.
A pesar de su compromiso con el suministro de armas a Kiev, Scholz enfatizó que “no hará todo lo que cualquiera sugiera” y que su país continuará llevando a cabo una política independiente en este ámbito. Además, el canciller subrayó que cualquier decisión sobre la paz no debe tomarse “por encima de las cabezas de los ucranianos… por encima de las cabezas de los europeos”. En este sentido, destacó que Alemania es el mayor apoyo de Ucrania en Europa y el segundo a nivel mundial.
Divisiones en el Gobierno Alemán
Sin embargo, Scholz ha enfrentado críticas, incluso dentro de su propio gabinete. La ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, le reprochó su oposición a un paquete adicional de ayuda de 3.000 millones de euros para Ucrania, argumentando que tales decisiones contradicen “la verdadera responsabilidad de asegurar la paz y la libertad en Europa” y priorizan “una perspectiva nacional”. Scholz, por su parte, ha exigido que la ayuda se financie a través de deuda adicional en lugar de recortes en el gasto social.
Este desacuerdo se produce en un contexto político tenso, ya que se avecinan elecciones anticipadas en febrero, provocadas por una moción de confianza que Scholz inició en diciembre y que perdió. La coalición de su Partido Socialdemócrata y los Verdes ha estado dividida durante mucho tiempo en cuestiones de política económica y presupuestaria, incluyendo el alcance de la ayuda financiera y militar a Ucrania.
Por otro lado, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha expresado en múltiples ocasiones su frustración con Scholz, al considerar que la indecisión del canciller en el envío de más armas a Ucrania está perjudicando los esfuerzos de defensa del país. Mientras tanto, Rusia ha mantenido una postura firme en contra del suministro de armas occidentales a Kiev, con el presidente Vladimir Putin advirtiendo en junio que tales acciones constituyen un “paso serio y peligroso” que solo agrava el conflicto.
